Magallánica obtiene segundo lugar nacional con su emprendimiento
La magallánica Patricia Arcila Alvarado comenzó hace diez años con su negocio de cosmética natural por necesidad: requería de ingresos y a la vez compatibilizar su rol de cuidadora, debido a que su madre comenzaba con una enfermedad neurodegenerativa y necesitaba de cuidados. Era una época donde no existían en Magallanes empresas que manufacturan de manera artesanal productos fitoterápicos, por lo que vio allí un nicho con mucho potencial. Inició su viaje por la medicina complementaria con aromaterapia, y hoy cuenta con una amplia gama de productos naturales para combatir distintas dolencias y enfermedades.
Fue con dicho negocio que obtuvo el primer lugar regional del Premio Emprende, en la categoría Trayectoria, certamen de BancoEstado de reconocimiento al emprendimiento más antiguo del país. Además, la fundadora de “Alter-Nativa” Cosmética y Herbolaria, obtuvo el 2° lugar nacional tras un proceso riguroso y descentralizado de selección junto al Ministerio de la Mujer y Equidad de Género y al Ministerio de Economía, el cual registró el año 2021 un récord de 40 mil postulantes.
Al respecto, la directora regional de SernamEG, Fabiola García Pinto, celebró este reconocimiento a una de las emprendedoras emblemáticas de la institución: “Es realmente importante como Servicio Nacional de la Mujer, que trabajamos de la mano empoderando y promoviendo la autonomía económica de las mujeres”, al señalar que “Patricia ha sido parte de nuestro servicio a través de distintos programas y verla a ella cómo sigue además promoviendo la asociatividad y potenciando los negocios de sus compañeras emprendedoras también es un punto a destacar”.
Cremas para la soriasis, aceites para combatir el estrés o la caída del cabello, son algunos de sus productos, los cuales gracias a sus estudios en medicina natural le han permitido perfeccionar y asegurar su calidad.
Consultada cuáles fueron las barreras de género que se le presentaron como emprendedora, indicó que las propias de una cuidadora. “El no disponer de todo mi tiempo, manejar los imprevistos que se suscitaban con la enfermedad de mi madre”, declara. “Por otra parte, fuera de mi profesión y a manera de luchar contra inconvenientes que me imponía la vida como la fibromialgia, la partida de mi único hijo a estudiar al norte y la malograda situación de mi madre decidí estudiar Técnico en Farmacia. El conocimiento fue muy potente para el desarrollo de mi emprendimiento y con el afán también de activar el pensamiento creativo, cognición y memoria, pero me encontré con barreras de tipo etaria y de género. Hoy tengo 59 años y a un año de la titulación debí hacer frente a profesores de especialidad que pensaban que yo estaba allí por ocio y prestaban poca atención a mis interrogantes”, relata. “Pero las barreras son para superarlas y es lo que he hecho desde que decidí emprender”, puntualizó la emprendedora.
Patricia Arcila explica que tanto por su primer regional como por el segundo lugar nacional, recibió un premio en dinero efectivo.