En medio de malestar gremial se puso en marcha termoeléctrica en El Turbio
- Sindicatos acusaron falta de inversión
en medio de un acto al que no fueron invitados.
Dos situaciones marcaron la visita a Río Turbio del ministro de Seguridad del Gobierno federal argentino, Aníbal Fernández: las pruebas para poner en marcha el primer módulo de la usina, y el malestar de los sindicatos por la falta de inversiones en el yacimiento vecino a Puerto Natales y no haber sido invitados a dicha ceremonia.
Fue el jueves cuando en medio de la maniobra de soplado, paso previo para la entrada en funcionamiento final del módulo 1, los trabajadores se manifestaron, recibiendo como respuesta de la autoridad el que “esto no es un acto. Yo vengo a ver un trabajo. Vinimos a hacer un trabajo, no vinimos a hacer un acto, ni armar esto como si fuese un palco, ni un discurso”.
Fernández dijo que no logra entender el reclamo de los gremios, asegurando que las inversiones realizadas han sido las necesarias para la realidad que presenta el mineral. “Todas las minas tienen responsabilidad de cuidados y de seguimiento y ordenamiento de los marchantes y de todas las galerías y tenemos necesidad de seguir invirtiendo, porque de allí tiene que salir el carbón. No hay nada que esté detenido, ni que no esté dentro del marco de la proyección de nuestra propuesta”, afirmó.
Los números
De acuerdo con un reportaje del diario Clarín, de Buenos Aires, la realidad indica que la empresa minera estatal Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT) concentra una importante partida presupuestaria, una baja productividad, y arrastra la fallida promesa de una obra generadora de 240 megavatios que quince años después de su licitación aún no concluye y que costará más de tres veces a lo presupuestado.
Se expone, además, que la mina apenas supera una producción de 6.000 toneladas de carbón por mes, insuficiente para alimentar una usina térmica que requiere de 112.000 toneladas para funcionar. Así, con una planta más de 2.000 trabajadores, los números de la empresa minera ubicada en la provincia de Santa Cruz se agravan frente a la crisis energética que vive Argentina.
Y no sólo eso, de acuerdo a Clarín “la empresa estuvo rodeada de denuncias por corrupción, que por ejemplo le causaron a Julio De Vido su desafuero en la Cámara de Diputados para ser encarcelado, acusado de haber desviado más de 256 millones de pesos del presupuesto para una de sus obras. O la reciente declaración del chofer Oscar Centeno ante la justicia de España, que acusa a la empresa de ese país Isolux por el pago de coimas a los funcionarios K durante la construcción de la usina termoeléctrica planeada para generar electricidad con el carbón de Río Turbio.
Esa Usina, que también está bajo la órbita de YCRT es una histórica promesa kirchnerista, según la cual cuando esté terminada debería sumar energía al Sistema Interconectado Nacional 240 megavatios (MV)”.
Se agrega que el enorme contrato para hacer la usina estuvo -y sigue- plagado de sospechas y denuncias. Para empezar, fue adjudicada a una Ute liderada por la española Isolux Corsán en 857.341.128 dólares. “Sin embargo, como consecuencia de las variaciones y posteriores contrataciones otorgadas a la empresa en el marco del mismo proceso licitatorio, el nuevo valor de contrato ascendió a 1.726.251.982 dólares”, explicitó una pericia oficial incorporada a la causa judicial que investigó a De Vido, al ex titular de YCRT y a otros ex funcionarios y participantes de aquel proceso.