“La forma en que está estructurado el Estado en Chile dificulta lograr grandes cambios y lo único que puede permitir cambios reales es una nueva Constitución”
Fue el primer concierto masivo y más de mil personas llenaron los salones del Hotel Casino Dreams para disfrutar de su música. Illapu repasó, en casi dos horas, una trayectoria de cincuenta años, en un abrazo musical de reencuentro después de dos años de pandemia. Pero el grupo liderado por Roberto Márquez no se quedó solamente en lo artístico, sino que también, en lo que ha sido un sello de su vida sobre los escenarios: el mensaje social, contingente, atento al sentir del pueblo y que ellos se han encargado de difundir a través de sus composiciones.
Ya en la conferencia de prensa previa a su show, Márquez apuntaba al proceso actual del país, que está a la espera del término de la redacción de la nueva Constitución, que reemplazará a la de 1980. Un tema que para el músico no tiene dos lecturas: “Esperamos que surja una Constitución que nos va a representar mucho más, porque por más que digan los medios de comunicación y todos los que maneja la derecha, que no es bueno esto o lo otro, la verdad, nunca reclamaron cuando la anterior se hizo entre cuatro paredes, con cuatro gatos que la hicieron por pedido del dictador y ahora, en que hay mucha más gente, con paridad de género y una diversidad enorme, obviamente, lo que va a surgir de ahí será mucho mejor y estamos, absolutamente, por el apruebo el 4 de septiembre”.
El reencuentro con el público
Después de dos años de pandemia, Márquez sabía que el público que los esperó estaba ávido de escucharlos, y por ello, extendieron un poco más su concierto. Igualmente, la crisis sanitaria tuvo su efecto a nivel humano, porque “nos sentimos en una situación que jamás nos imaginamos. El arte fue uno de los primeros perjudicados y los últimos en volver a la actividad, pero las redes nos permitieron, en alguna medida, mantener una conexión con nuestro público y lo que estamos viviendo ahora con esta recuperación de los espacios con nuestros conciertos, nos está dando la razón de todo lo que hicimos para mantener la llamita de los Illapu en el corazón de nuestro público”.
A fin de año, el grupo lanzará un nuevo disco que evidentemente, tendrá la influencia de esta época. “El mundo es mucho más restrictivo y en alguna medida, siento que estamos más inmovilizados, más vigilados por el poder de los gobiernos y el dinero; es un momento difícil que vive el mundo y siento que nos iremos recuperando en forma paulatina, será largo el proceso y obviamente, el arte jugará un rol importante en la búsqueda de libertades y de abrir los espacios para que la gente pueda expresarse”.
Canción social
Particularmente en Chile, Márquez opina que este estado de ánimo ya se había manifestado en octubre de 2019, “producto de muchos años de restricciones y de no valorar lo mucho que tenemos y que debiera estar repartido en forma distinta. Siento que nuestro pueblo ha sido muy golpeado a partir de los 90, cuando se recupera la democracia y donde esperábamos abrir espacios de discusión para ir construyendo una sociedad distinta, pero que faltaron esos espacios y que el poder político haya reflejado lo que el pueblo esperaba de ellos. Por el contrario, se mantuvo el modelo de la dictadura. Si hoy hay una Convención Constituyente es por una lucha que se dio desde 2019 cuando viene el ‘estallido’, eso provocó que la clase política se abriera, recién, a buscar una manera distinta y responder a tantas demandas. Siento que el poder político se fue enquistando en el Congreso, con caras que desde comienzos de los 90s, se han mantenido y se han acomodado a la forma en que se instituyó la sociedad nuestra. Se fueron perfeccionando las privatizaciones, AFP, todos estos grandes negocios que se hicieron bajo la sombra de la dictadura. Hay mucho por hacer, mucha rabia acumulada y frustración. Espero que la constituyente pueda ser capaz de reflejar las demandas de nuestro pueblo y que la Constitución nos permita vivir en un modelo distinto”.
En esa línea, sostiene que el gobierno de Gabriel Boric tiene un camino difícil, porque “la forma en que está estructurado el Estado en Chile dificulta lograr grandes cambios y lo único que puede permitir cambios reales es una nueva Constitución. Quienes hoy están gobernando, si bien tienen muchas ganas, ímpetu y que estuvieron en las luchas de nuestro pueblo, han estado buscando cambiar las cosas, pero los espacios son muy restringidos, la ‘camisa de fuerza’ que es el Estado no permite hacer los cambios reales que necesita nuestra sociedad. Espero que las fuerzas les alcance, sobre todo ante este poder en las sombras que se refleja en los paros de camioneros, en la banca, en los medios de comunicación que están en manos de la derecha”.
Música y sociedad
Illapu es un clásico de la música chilena y Márquez no es ajeno a las tendencias que imperan actualmente, en que la música urbana, en particular, el trap, marcan a la sociedad. Sin embargo, más allá de lo artístico, es crítico sobre el fenómeno en sí: “Siento que hay mucho de eso que sirve hoy al sistema, hay una música que le canta a las pandillas, las armas y las drogas, todo eso que le sirve al sistema y que por eso, muchas veces, se respaldan más. Pero hay otras propuestas que van en la búsqueda de respuestas reales para nuestro pueblo, que están realmente cuestionando la realidad que se vive, como Ana Tijoux o lo que fueron Los Prisioneros en los 80s; hay jóvenes que están buscando hoy en día caminos para expresar esas demandas de nuestro pueblo, que tampoco tienen tanto espacio porque no le conviene al sistema y les cuesta más que salgan a la luz. De repente se notan más estas propuestas que le sirven al sistema”.
En ese sentido, Márquez concluye que están satisfechos por el camino recorrido, porque “hemos hecho mucho de lo que queríamos y muy preocupados de captar lo que respira el colectivo y, desde nuestra canción, ser capaces de reflejarlo. Y desde la canción, buscar una forma de influir en una realidad que es tan dura y que el arte es capaz de cuestionar y en ese camino seguimos hasta que el cuerpo aguante”.