Madre de tres hijos vivió momentos de terror al sufrir robo de madrugada
- Los autores irrumpieron a la fuerza y exigían a la víctima la entrega de joyas, dinero y droga.
Los vecinos, alertados por el ruido, llamaron a Carabineros y cuando los funcionarios llegaron al domicilio sorprendieron a la pareja que se iba en esos momentos, con el botín guardado en el auto.
Dos personas fueron detenidas ayer en la madrugada por personal de Carabineros, sindicadas como autoras del robo con intimidación que sufrió una mujer al interior de su domicilio, en el pasaje Aysén, entre Miramar y Miraflores, al sur de Punta Arenas.
Fueron momentos de terror y angustia los que vivió esta madre de tres hijos. Faltando media hora para la una de la mañana escuchó que en las afueras de su domicilio dos personas discutían acaloradamente, con el consiguiente ruido y molestia para sus hijos que estaban durmiendo.
Esto la llevó a salir y pedirles que se retiraran o dejaran de discutir, para que no fueran a despertar a los niños, de 9, 2 años y un bebé de cinco meses.
Los desconocidos hicieron lo contrario y más encima la amenazaron de muerte. La mujer se atemorizó y temiendo que pudieran ingresar a su hogar, estando sola, optó por encerrarse.
No transcurrieron muchos minutos para que los sujetos retiraran unos maderos del cerco y se metieran al antejardín.
De ahí rompieron cinco vidrios del auto estacionado en el patio y lo mismo hicieron con ocho cristales de los ventanales de la vivienda. En esos momentos la mujer entró en pánico y se parapetó en el baño con sus tres hijos.
Escuchó cuando trataban de abrir a la fuerza la puerta principal de la vivienda, hasta que consiguieron romper el seguro.
Una vez en el interior le gritaban que la matarían si no entregaba la plata, joyas y drogas. En esos momentos buscaban y destrozaban algunos bienes.
Los sujetos permanecieron unos 30 minutos al interior. A la mujer la amedrentaron diciéndole que tenían la cédula de identidad de ella y de su hijo, y que volverían a matarla.
Al final se robaron diversas especies, como un Playstation, una patineta eléctrica, un parlante grande de color negro, un micrófono, frazadas, la billetera de la víctima y un teléfono celular.
Los vecinos, alertados por el ruido, llamaron a Carabineros y cuando los funcionarios llegaron al domicilio sorprendieron a la pareja que se iba en esos momentos, con el botín guardado en el auto.
Robo con intimidación
El fiscal Sebastián González identificó a los detenidos como Carlos Andrés López Arias, de 37 años; y Héctor Ricardo López Albornoz, de 33. A ambos los formalizó por el delito de daños y robo con intimidación. Y pidió la prisión.
En el caso de Carlos López sacó a relucir el extracto de filiación, que registra una condena por homicidio, del Juzgado de Talcahuano, pena ya cumplida. Y otras de Punta Arenas, como amenazas, violación de morada y lesiones graves.
El otro imputado sólo registra una sentencia por riña en la vía pública, con pago de multa de una UTM.
El juez de turno, Cristián Armijo, escuchó al fiscal y defensor, Ramón Bórquez, luego de lo cual dispuso la prisión para Carlos López. Y el arresto domiciliario total para Héctor López.
Respecto a este último, el fiscal no quedó conforme con la resolución y apeló a la Corte. Será el tribunal de alzada el que decida en las próximas horas si acoge la prisión para el segundo de los imputados, o mantiene lo dispuesto por el juez de primera instancia.
“Temo por mi integridad ya que no conozco
a estos sujetos”, declaró la víctima
La víctima del robo pidió a la Fiscalía una orden de alejamiento. “Temo por mi integridad física ya que no conozco a estos sujetos”, declaró la mujer ante la Sip de Carabineros.
En ella relató la angustia sufrida. “Me encontraba en la casa con mis tres hijos, acostados en el dormitorio principal, cuando le pido al mayor de ellos que se vaya a su dormitorio. Al cerrar las cortinas de su pieza se percata que hay un auto frente a la casa. Me levanté y cuando abrí la puerta escuché gritos. Al salir al antejardín vi que eran dos personas. Les solicité que se fueran porque generaban ruidos molestos. Ambos se bajaron del auto a preguntarme por qué los echaba. Me dicen que no se irían, y que donde me pillaran me iban a matar”.
“Por miedo ingresé a la casa. Sujeté la puerta principal pensando en quisieran entrar. Por lo que pude escuchar seguían gritando y además escuché que golpeaban la cerca de madera. Pasaron unos cinco minutos y escuché el sonido del vehículo. Me asomé por la ventana percatándome que se estaban retirando, así que me fui a la pieza con mis hijos, pero llamé a mi padre para que viniera a acompañar porque estaba muy asustada”.
“En esos momentos escuché un ruido y vi que eran los mismos sujetos, los cuales bajaron del auto, ingresaron al antejardín y rompieron los vidrios de la casa, así que tomé a mis tres hijos y me encerré con ellos en el baño. Escuché que pateaban la puerta de ingreso y gritaban que me iban a matar. Sentí cuando ingresaron a la casa y rompían cosas, además de patearme la puerta del baño, no logrando abrirla”.
“En un momento uno de estos tipos me grita que le entregue la plata, joyas y la droga, cocaína. Y que tenía el carné mío y el de mi hijo, que con eso me iban a buscar después para matarme.
Antes de irse, el hombre con trenzas me pidió disculpas, señalando que estaba amenazado por el otro”.