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Gesta heroica del “Asalto y Toma del Morro de Arica” y Día de la Infantería Chilena

Por La Prensa Austral Martes 7 de Junio del 2022

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Coronel Jorge Labarca Cid

Comandante del Regimiento Nº10 Pudeto

La hazaña realizada por los soldados en “El Asalto y Toma del Morro de Arica” un día 7 de junio de 1880, demuestra la bravura, valentía, coraje y convicción de los integrantes de esta arma, por lo que el Ejército de Chile dispuso esta fecha para conmemorar año a año como el “Día de la Infantería”

Año a año el Ejército de Chile y sus unidades del Arma de Infantería a lo largo de todo el territorio nacional, conmemoran la gesta heroica del “Asalto y Toma del Morro de Arica” como homenaje a sus glorias.

Hablar de la historia de la infantería, es hablar de la historia de los pueblos, cuando esta fue grande dominaron al mundo, cuando fue débil, fueron esclavos, es por ello que el gran Napoleón Bonaparte la denominó “La Reina de las Batallas”.

Este hecho heroico del “Asalto y Toma del Morro de Arica” que recordaremos, se enmarca en la Guerra del Pacífico, específicamente en la campaña de Tacna y Arica, el que se desarrolló el 7 de junio de 1880 y en donde soldados chilenos principalmente infantes culminaron victoriosos en la cima del morro, izando en 55 minutos nuestra bandera.

Después del triunfo en la batalla de Tacna, queda en la espalda de las fuerzas chilenas una importante plaza militar, como lo era en ese entonces la ciudad de Arica, la que representaba el dominio de las comunicaciones terrestres con Iquique, siendo imperativo para la continuidad de las operaciones de la guerra apoderarse de esta fortificada guarnición militar, por lo que se tomó la decisión de ejecutar su captura, es por esto que el general Manuel Baquedano González le encargó la planificación y conducción de esta operación al coronel Pedro Lagos Marchant.

La plaza de Arica, estaba muy bien fortificada y artillada, su símbolo “El Morro” resultaba a simple vista inexpugnable, sumado a lo anterior, la férrea determinación de las fuerzas peruanas de defenderla hasta el último cartucho.

En el dispositivo enemigo destacaban tres fuertes en la parte baja por la costa, Santa Rosa, 2 de Mayo y San José, en el morro, Ciudadela, del Este y del “Morro”, junto con un complejo sistema de minas terrestres.

El plan en lo general, buscaba ser rápido y sorpresivo, con un rol protagónico de la infantería, el esfuerzo principal estaría en los fuertes del morro y secundario a los fuertes de la costa, la caballería cortaría la retirada de las fuerzas peruanas, todo apoyado por fuego de artillería y de apoyo naval de la escuadra desde el mar.

En esta fecha, recordamos a los infantes de ayer, hoy y siempre, en especial a los que nos representan en esta austral región, como los del Batallón de Infantería Liviano N°10 “Pudeto”, el Batallón de Infantería Mecanizado N°25 “El Roble”, el Batallón de Infantería N°11 “Caupolicán” e infantes del Destacamento Acorazado N°5 “Lanceros”

El morro sería atacado por los Regimientos 3ro y 4to del Línea, como reserva el Buin, los fuertes de la costa por el Regimiento Lautaro, el que efectuaría un ataque simulado para ejecutar un reconocimiento en fuerzas para hacer creer a los defensores que el ataque principal sería por la playa.

En la mañana del 7 de junio de 1880, comenzaba a aclarar y la camanchaca se disipaba, el primer ataque ocurrió en el fuerte de Ciudadela por el 3ro de Línea, el 4to de línea hizo lo propio contra el fuerte del Este, las descargas de la fusilería adversaria y las minas enterradas diezmaron sus filas, enardeciendo a los bravos infantes que, en carga temeraria, bayoneta y corvo en mano, asaltaron las fortalezas en una avalancha humana.

Había que tomarse el morro, entre los soldados chilenos se oyó un grito… “Al morro muchachos…”, así comenzaba el asalto final, las tropas se adentraron por senderos fortificados, saltando sobre las minas, entrando en las últimas trincheras, los bravos defensores no pudieron contenerlos y el bastión inexpugnable… caía.

En este campo de batalla, el sacrificio de un hombre lo convirtió en héroe, el comandante Juan José San Martín, el que cayó mortalmente herido, mezclando su sangre con las de sus hombres caídos en combate, efectuando una entrega sublime, representando la expresión más recia y viril de nuestros nobles infantes.

Con la captura del Morro, después de 55 minutos de arduo combate, nuestros soldados de infantería lograron la gesta heroica y como símbolo de la victoria, izaron el pabellón nacional en su cima.

Como conclusiones de este hecho heroico de nuestra historia patria, permitió el sello de la campaña de Tacna y Arica, la salida de Bolivia del conflicto y la conquista de una plaza fuerte del Perú.

Por otra parte, esta acción, típica y clásica de la infantería, destacó por su planificación detallada y centralizada, que combinó en forma adecuada la integración de los órganos de maniobra y los apoyos de fuego requeridos, siendo una pieza fundamental las capacidades de los soldados y comandantes de los diferentes niveles, los que con un claro conocimiento de la misión, propósito e intención de sus mandos, lograron mantener la iniciativa, la aplicación de la fuerza y velocidad de la acción ofensiva, que se tradujo en la rápida captura y logro de los objetivos impuestos. 

La hazaña realizada por los soldados en “El Asalto y Toma del Morro de Arica” un día 7 de junio de 1880, demuestra la bravura, valentía, coraje y convicción de los integrantes de esta arma, por lo que el Ejército de Chile dispuso esta fecha para conmemorar año a año como el “Día de la Infantería”.

En esta fecha, recordamos a los infantes de ayer, hoy y siempre, en especial a los que nos representan en esta austral región, como los del Batallón de Infantería Liviano N°10 “Pudeto”, el Batallón de Infantería Mecanizado N°25 “El Roble”, el Batallón de Infantería N°11 “Caupolicán” e infantes del Destacamento Acorazado N°5 “Lanceros”.

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