Ex intendente Jelincic mantiene en suspenso su posición frente al plebiscito y critica la plurinacionalidad

En agosto de 2005, el Presidente Ricardo Lagos Escobar, encabezó el cambio legislativo más importante a la Constitución de 1980, lo que ponía fin a los senadores designados.

Fueron en total 58 modificaciones realizadas, donde se destacan la disminución del periodo presidencial a cuatro años; aumento de facultades fiscalizadoras a la Cámara de Diputados; se eliminó que las Fuerzas Armadas sean “garantes de la institucionalidad” y que sea sólo el Presidente quien pueda convocar al Consejo de Seguridad Nacional.

“Tenemos hoy por fin una Constitución democrática, acorde con el espíritu de Chile, del alma permanente de Chile”, decía orgulloso el entonces Presidente Lagos. Pero hoy, a poco más de un mes del plebiscito de salida, dicha Carta Magna o para otros la Constitución de la Dictadura, está a punto de archivarse. 

Desde el 2003 al 2006, el intendente fue Jaime Jelincic, quien tuvo la misión crucial de “bajar” las reformas constitucionales y que la ciudadanía conozca los importantes cambios que se realizaron a la Carta Magna de 1980. Ante este escenario, el ahora empresario gastronómico y ex candidato a diputado en las pasadas elecciones, se mantiene en periodo de reflexión de cara al plebiscito del próximo 4 de septiembre.

– ¿Tiene definido su voto? ¿Votará “Rechazo” o “Apruebo”?

– “Estoy en proceso de lectura, porque habían muchos elementos inconexos, se ha tenido que reformular como 100 artículos y eso ha permitido que tenga mucha mayor coherencia, yo diría que no tengo definido bien mi voto porque hay algunos temas súper importantes que avanzamos en esta nueva Constitución como los derechos sociales y que el Estado tenga un rol más activo en algunas áreas y no ser sólo subsidiario. Hay dos o tres temas que son realmente potentes, pero también hay dudas que tengo con temas respecto a ponerle apellido a la Democracia en la Constitución”.

– ¿En qué sentido?

– “Tengo que analizar más profundamente la plurinacionalidad, y lo otro que estoy evaluando, que siempre lo que me ha definido ser un actor radical y de izquierda, es que siempre es una persona, un voto. No hay nadie que pueda tener más privilegios, creo que hay un trabajo hecho y una vez que termine completamente tendremos los temas para tener un voto informado”.

– ¿Le molesta la plurinacionalidad?

– “Todos tenemos igualdad ante la ley y es un tema clave para mí. No puede haber alguien que tenga más derechos que otros, es un tema clave. Independientemente de que haya un reconocimiento de que hay sectores como los pueblos originarios y otros grupos, que históricamente no han tenido el reconocimiento que se merecen y es importante que la Constitución lo reconozca, pero de ahí a que haya algunos con más derechos que otros, no me parece que sea razonable”.

“Lo digo por los sistemas de justicia. Hay que ver los alcances, hay que tener certeza y seguridad en eso, yo creo que en el grueso es una buena Constitución, pero ha tenido una redacción demasiada identitaria de grupos y eso no es bueno. Cuando se suma una cantidad de minorías que legítimamente tienen derecho a tener igualdad, pero se suma en exceso que a la larga no constituyen a la larga una mayoría”.

– ¿Cree que debiese haber más alternativas que aprobar o rechazar el texto? 

– “Si uno hace un ejercicio, los actores constitucionales, y políticos en general, no están dando el contexto genérico. Supongamos que tengamos un resultado 54-46 para cualquier lado, no es bueno. Las constituciones exitosas deben generar una mayoría importante, ojalá cercana al 80% porque es lo que nos va a permitir convivir. Esta discusión que hay, que el acuerdo no permite aprobar con condiciones o alternativas, es A o es B. Pero a la larga se tiene que hacer que la misma Constitución te haga resolver estos temas y evite que tengamos un nivel más alto de polarización en Chile. Creo que ahí estamos al debe, hay que tener una mirada que permita que todos seamos parte de un proceso que permita tener mayorías considerables para que la Constitución sea viable”. 

“Me preocupa el debate, porque la Constitución debe ser algo que una, un elemento que genere una sensación de lo que es aquello que nos permite coexistir y resolver nuestras diferencias. Creo que la política y el debate ha estado en un nivel de polarización y muchos elementos de discusión y grupos, se están jugando por un tema identitario que está generando fragmentación y es un tema complejo, porque nuestra sociedad debe salir a enfrentar un escenario económico complicado: Vamos a tener un proceso de inflación importante, un proceso de estancamiento económico en los próximos años, entonces la verdad que hay una tarea importante y la política en general no ha estado a la altura”.