Umag, el balance de la Vicerrectoría de Investigación
- Ciertamente, cuando se ha definido a Magallanes como una región científica y se la ha declarado en emergencia climática, la Umag debe jugar un rol importantísimo respecto de liderar múltiples líneas de indagación, atraer más investigadores y generar mayores conocimientos que permitan hacer frente a los nuevos desafíos regionales, siendo innumerables las proyecciones que aquello puede y debe tener.
El próximo 8 de agosto, asumirán las nuevas autoridades de la Universidad de Magallanes, encabezadas por el rector electo José Maripani Maripani.
Hace unas semanas, su antecesor, Juan Oyarzo, realizó un balance de su gestión y ahora, en esta edición de El Magallanes, hace lo propio el doctor en Botánica y académico, Andrés Mansilla, quien se desempeñó al frente de la Vicerrectoría de Investigación y de Postgrado.
Mansilla ha sido testigo privilegiado de todo el derrotero universitario, desde que se integró a dicho plantel en 1998, surgió el Departamento de Ciencias y Recursos Naturales, se creó la Dirección de Investigación y Asistencia Técnica y asumió la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado en 2014.
Al momento del balance, éste no puede ser más que positivo, destacando la acreditación en investigación, el aumento ostensible de publicaciones indexadas y desarrollo de proyectos con financiamiento externo.
Uno de los aciertos de su gestión fue reorganizar la investigación en líneas prioritarias, como diversidad antártica y subantártica, identidad en el fin del mundo y poblamiento humano, energía, educación y desarrollo humano, entre otros temas.
Como desafíos quedan la consecución de más proyectos, captación de mayores recursos y generar nuevas publicaciones. También integrar las líneas definidas como estratégicas, a fin de reorganizar y generar redes de colaboración internas, para que -según lo expuesto por Mansilla- la Umag avance hacia la interdisciplinaridad y la transdisciplanierad, a fin de que las investigaciones tengan un enfoque holístico y se generen conocimientos emergentes.
Ciertamente, cuando se ha definido a Magallanes como una región científica y se la ha declarado en emergencia climática, la Umag debe jugar un rol importantísimo respecto de liderar múltiples líneas de indagación, atraer más investigadores y generar mayores conocimientos que permitan hacer frente a los nuevos desafíos regionales, siendo innumerables las proyecciones que aquello puede y debe tener.