“La esfinge en el espejo”, Francisco Rivas

Orazio Malacqua, italiano, es el protagonista de esta novela. Su autor nos señala que: “era un hombre enjuto, ascético, largo, de nariz afilada, que usaba un cilicio bajo la negra sotana. Sus manos tenían huesos largos como de ave y sus uñas crecían con desmedida velocidad. Había sido destinado a ese lugar poco después de recibir los votos mayores. Nadie quería tenerlo muy cerca, ni en la orden franciscana de la que formaba parte, ni en los grados más bajos de la curia. Además, no se le conocía parientes”.

Malacqua había sido designado en la parroquia de Mascione en Campobasso, al este de Roma. Sus problemas surgieron cuando en una prédica afirmó “que el Dios de Abraham no puede ser un Dios castigador”.

La trama se sitúa en los últimos estertores de la llamada Santa Inquisición promediando el siglo XIX, sin embargo, grupos conservadores se niegan a su retirada. Los antiguos inquisidores ante el avance liberal en Europa, intentan acciones en Sudamérica: “Fue alrededor de esa data cuando el Inquisidor Jerónimo Castellón y Salas, obispo de Tarazona, con la astucia atributiva a su misión canónica, fundó la llamada Perseveranza cuya misión inicial era reproducir donde fuera y cómo fuera los edictos de gracia y de fe, denunciar la herejía, la judaización, el amancebamiento, la facilitación, el protestantismo y el uranismo; revelar el asedio y el hostigamiento que sufre la Iglesia, practicar los autos de fe, aunque fuese en forma privada, y de ese modo perpetuar el Santo Oficio”.

La inquisición surgida a fines del siglo XII en el seno de la Iglesia Católica castigaba la herejía, incluso con la pena de muerte. La persecución de los herejes contemplaba la aplicación de deleznables métodos de tortura.

El protagonista luego de ser dado por muerto tras las horribles torturas inferidas por los inquisidores, emprende la búsqueda y castigo de éstos y en ello lo acompañan Ruth, una mujer judía perseguida por el Santo Oficio y la joven Gabriella, cuya madre había muerto a manos la inquisición. El trío recorre Europa y llega hasta América y el relato nos entrega un final abierto.

“La Esfinge en el Espejo” es una novela densa en términos de su temática, referencias históricas y geográficas, y trasfondo filosófico. Sin embargo, la agilidad del relato, la riqueza de los personajes y la perfecta hilación de la trama captan la atención del lector. Como lo indicáramos en reseñas anteriores, es destacable la fina y delicada escritura de Rivas, quien -en este caso- en tercera persona atrapa al lector apoyado en una muy bien lograda estructura con todo lo necesario en su justa dimensión; el manejo de una creciente tensión en la medida que se avanza en la lectura y el tratamiento de los perfiles de los personajes a través de sus acciones y no de descripciones explícitas son elementos claves en su narrativa.

Por otra parte, las referencias históricas a las que aludimos, inevitablemente nos llevan a concluir que el autor alterna realidad con ficción, lo cual logra con impecable técnica sustentada en sus profundos conocimientos de historia y su formación de filósofo.

Francisco Simón Rivas Larraín nació en Santiago de Chile en 1943. Es médico neurocirujano egresado de la Universidad de Chile y Licenciado en Filosofía de la misma casa de estudios. Ha siso docente de las escuelas de Medicina de las Universidades de Santiago y de Chile, y de Filosofía Antigua en ésta última. Es autor de más de una veintena de títulos entre novela, cuento y textos testimoniales.

• “LA ESFINGE EN EL ESPEJO”. Francisco Rivas. 2ª edición, Mago Editores. Colección Escritores Chilenos y Latinoamericanos; Santiago de Chile 2020, 416 pags. 1ª ed. Editorial Galinost, 2012, Santiago de Chile.