Cuenta regresiva para término de la figura del delegado presidencial
Mensaje recibido. Así quedó claro el fin de semana durante el paso de la delegada presidencial de Magallanes, Luz Bermúdez, y sus colegas del resto del país por La Moneda.
En el encuentro convocado por la ministra del Interior Carolina Tohá, se confirmó que el gobierno está trabajando para cumplir con una de sus promesas: terminar con la figura del delegado presidencial. Y no sólo eso, también se arguyó que ese compromiso significa hacer una modificación a la presencia del gobierno central en las regiones. “Eso se va a cumplir y tiene plena vigencia”, se señaló durante el encuentro.
En éste, también se recalcó en la necesidad de mantener reuniones semanales y entregar mayor apoyo al trabajo de los delegados mientras se prolongue la existencia de esta figura.
Ya la semana pasada la misma ministra Tohá se había reunido con los gobernadores, dejándoles claro el compromiso de suprimir el cargo de delegado como parte de la agenda de descentralización. En la ocasión, la autoridad central les indicó que dicho compromiso no sólo significa eliminar el cargo de delegado sino “cambiar la figura”, reconociendo que hoy esa presencia es “insatisfactoria”.
No obstante, algunas cosas parecieron quedar en el aire. Por un lado, Tohá dijo que lo que se busca es un reemplazo “por algo mejor”, y por otro, algo que parece ser el secreto mejor guardado o, simplemente no definido: la fecha para este cambio. “Nos dimos un calendario con los gobernadores (no se precisó), donde vamos a ir definiendo la manera que se van a hacer estas acciones, los plazos, y los criterios técnicos. En el interinato, gobernamos con la institucionalidad vigente”, señaló la ministra.
Ya en la cita con los delegados, Carolina Tohá también aprovechó de rayar la cancha. Les expresó que la autoridad debe gobernar y con la institucionalidad vigente hoy “ejercer todas las funciones y responder a los ciudadanos”, más cuando -agregó- ellos son hoy la voz del gobierno en las regiones y tienen la responsabilidad de cumplir a plenitud.