Padre de joven gravemente lesionada: lo pone feliz que su hija lo reconozca, aunque todavía no habla
José Jesús Sánchez Guerrero viajó miles de kilómetros para poder ver y estar al lado de su hija Lina María Sánchez, la joven colombiana que este 31 de diciembre cumple 23 años, y quien hace algunos días sufrió graves lesiones en un accidente de tránsito ocurrido en pleno centro de Punta Arenas.
En un comienzo la joven estuvo varios días en riesgo vital en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Clínico. Ayer aún se encontraba internada ahí, pero con un diagnóstico un poco más alentador.
El progenitor entiende que cualquier conductor puede verse involucrado en un accidente, pero lo que no acepta es que la persona que dejó en el estado que se encuentra su hija lo hiciera manejando ebrio.
Los hechos
El lamentable accidente ocurrió el pasado 20 de noviembre. El detenido, Bastián Alfonso Soto Igor, de 20 años, fue enviado a la cárcel de Punta Arenas. La investigación en su contra es por manejo en estado de ebriedad y conducir bajo los efectos del consumo de sustancias psicotrópicas, lesiones graves y daños. Además de no prestar auxilio a la víctima.
Los informes preliminares dan cuenta que el sujeto no respetó la luz roja del semáforo y que más encima guiaba a exceso de velocidad y sin tener licencia.
En un Ssangyong, modelo Korando, viajaba la víctima. Y cuando el vehículo bajaba por calle Balmaceda fue impactado violentamente al llegar a Chiloé por el automóvil Hyundai que conducía el imputado.
La joven salió eyectada violentamente por uno de los vidrios laterales, golpeándose violentamente la cabeza en la acera.
El hecho que el imputado llegara horas más tarde al hospital a requerir atención médica fue que recién pudo ser identificado y detenido.
Pide justicia
José Sánchez sólo clama que su hija salga del estado de gravedad en que se encuentra, que tenga una pronta recuperación, y que la justicia chilena haga pagar al sujeto protagonista del impacto.
Ayer, en las afueras de la Uci, este padre conversó con La Prensa Austral. Ya un poco más tranquilo dijo que su hija está evolucionando bien. Como buen creyente agradeció todas las cadenas de oración, tanto de compatriotas que viven en Punta Arenas como en su localidad del municipio de Pradera, en el Departamento Valle del Cauca, Colombia.
“El Dios Todopoderoso está haciendo lo suyo. Ella está evolucionando bien. Es un proceso lento pero vamos satisfactoriamente bien, según me dicen los médicos”.
Lo pone feliz que la hija ya lo reconoce, aunque todavía no habla. “Para un padre ver así a un hijo es muy fuerte. Son lesiones muy grandes y es algo muy duro”.
Ella es la menor de seis hijos y lo que le alegra es que el diagnóstico médico es esperanzador. “En estos momentos estamos encomendados sólo a las manos de Dios”.
José llegó el 24 de noviembre a la Región de Magallanes luego de un largo y costoso viaje. “Poder llegar acá tiene un valor muy alto para nosotros, porque no solamente tienes que pagar el vuelo, ya que no puedes venir con las manos vacías. Y tengo que pagar alojamiento. El puro boleto de Santiago a Punta Arenas me costó 350 mil pesos”.
Cuenta que tuvo que hacer este viaje, porque su nieto, Lino Andrés, de apenas dos años, extraña a su madre y como el padre tiene que salir a trabajar quedaría a la deriva. “Así que por ahora yo lo estoy cuidando y espero que mi señora pueda venir también. En eso estamos”.
“Espero que se haga justicia, porque cuando uno anda en un carro embriagado debe responder por todos sus actos y consecuencias. Prácticamente fue un accidente intencional, premeditado de una persona ebria”, indicó.