Cuáles son los cambios que se deben realizar en el hogar de una persona mayor
Ramón Lobos Vásquez
Médico Geriatra y Paliativista
En estos días se ha socializado la política pública de viviendas tuteladas para los mayores. Lo que es una buena política que busca un techo para aquellos mayores que no tienen casa propia y que por problemáticas sociales no pueden acceder a un arriendo acorde a su capacidad económica, habitualmente favorece a mayores que no tienen red social que pueda ayudarles en esta perspectiva.
Es parte de la respuesta como Estado para con los mayores en riesgo social, para solucionar uno de los problemas más prioritarios. Dónde vivir la vejez.
Estas construcciones diseñadas por expertos dan respuesta a sus necesidades en términos de habitabilidad. En ese sentido, estos mayores tienen una mejor perspectiva de uso de sus habitaciones, que aquellos mayores que viven en casas diseñadas y equipadas, para habitarlas en otros contextos etáreos. Por eso adolecen de criterios de habitabilidad para las condiciones de cada mayor.
Para quienes viven en sus casas, necesariamente su red social familiar debe en algún momento de la vejez acometer en un proceso de adaptación y que permita ser funcional para ellos. Desgraciadamente no existen guías disponibles o expertos donde consultar. Muchas veces la buena intención prima en estas transformaciones. Una de las tantas tareas pendientes que corresponde a los entes técnicos del Estado junto a los entes educacionales superiores, es que se implementen guías de cómo transformar recintos para ser habitados por mayores.
A medida que se va envejeciendo, los mayores van perdiendo autonomía y tienen más dificultad para moverse y realizar sus tareas cotidianas; para quien viva en su casa será entonces necesario adaptar su vivienda, para garantizar la máxima seguridad y comodidad en función de las necesidades asociadas a la vejez.
Uno de los errores más habituales consiste en no planificar las reformas que se requieren en la vivienda con la debida antelación y normalmente son reactivas a los accidentes o caídas dentro del hogar, que es el lugar más frecuente en que pueden ocurrir. Es importante hacer estas transformaciones para mejorar la seguridad y confort del hogar de nuestros mayores.
También se deben eliminar los obstáculos que dificultan el paso y la movilidad de los mayores, por ello es importante ubicar el mobiliario de tal forma de permitir su libre transitar, eliminando eventuales peligros para una tarea cotidiana.
Todas las habitaciones deben estar muy bien iluminadas, creando un ambiente más cómodo y acogedor para una persona mayor.
Otra de las sugerencias es revisar el tamaño de las puertas, con el fin de que permitan el paso de sillas de ruedas, en caso de ser necesario, incluso pensar si es necesario mantenerlas en uso o simplemente retirarlas.
En nuestra región son frecuentes el uso de alfombras en las casas, siendo importante que estas sean de carácter antideslizante para evitar caídas. A veces será necesario retirarlas por mejor seguridad.
Es importante ir planificando con tiempo estas transformaciones. No siendo necesario hacerlas todas al mismo tiempo, sino que también se pueden ir realizando acorde a las condiciones de cada mayor que las habita. Es aconsejable que estas transformaciones sean cercanas al mayor y no se transforme en una vivienda ajena. Por ello, se debe hacerles partícipe de estos cambios y considerar su opinión en los colores, mobiliario y decoración de su casa.
El dormitorio es una habitación muy importante y necesaria para facilitar el cuidado del adulto mayor. Siempre se debe ubicar en la planta baja de cualquier domicilio.
La cama debe adaptarse a la persona que la utiliza, no debe ser demasiado alta para evitar caídas, pero tampoco tan baja para evitar el riesgo que deba agacharse demasiado o le dificulte levantarse. Es decir, debe permitir estar sentado y que los pies lleguen al piso. También tiene que estar separada de la pared, para que pueda acceder a ella por cualquiera de sus dos lados.
La mesa de noche o velador debe estar a una altura correcta respecto de la cama, para que permita acceder a ella, sin tener que levantarse y que pueda alcanzar todas las cosas que ocupe y queden al alcance sin necesidad de levantarse o pedirlas.
Al igual que en el resto de la casa, se debe asegurar en el dormitorio, la buena y correcta iluminación, colocando interruptores a una altura que no le dificulte hacer uso de ellos.
El cuarto de baño también debe revisarse para que sea cómodo y funcional. Es mejor disponer de ducha que tina, dejando suficiente espacio para que un mayor pueda ser bañado en posición sentada, para aquellos momentos más avanzados y con otros requerimientos.
Son muchas tareas, por eso es esencial planificar y hacerlas en el momento oportuno y necesario. Siempre considerando y pidiendo la opinión del mayor que las utilizará.
La vejez con sus cambios requiere que el adulto mayor esté permanentemente adaptándose a ellos. Pero además debe modificarse el ambiente en que éste desarrollará la última etapa de su vida. Es algo para lo que debemos prepararnos quienes somos el soporte de nuestros mayores.