14 años de cárcel para el “Koky” y una mujer por violenta “quitada de drogas”
El alto grado de violencia ejercido por una banda que el 20 de octubre de 2020 irrumpió en una propiedad de prolongación Manuel Aguilar, en Punta Arenas, y que dejó al borde de la muerte al contador y padre de familia, Víctor Segovia Monsalve, como resultado de una “quitada de drogas”, fue castigado severamente por el Tribunal de Juicio Oral, que impuso a los principales autores penas de 14 años de cárcel efectiva.
El fallo conocido a las 13 horas de ayer, aplicó a Valesca Segovia Ojeda y Jorge Aguilar Santibáñez (conocido como “El Koky”) penas de 7 años de cárcel como autores en el delito de robo con violencia en grado de tentativa, en perjuicio de la persona de Gabriel Ruiz Segovia. Y, de otros 7 años de presidio por su responsabilidad en la autoría del delito de homicidio simple, en grado de frustrado, en la persona de Víctor Segovia Monsalve.
Un tercer condenado, identificado como Luis Alberto Villarroel, recuperó su libertad al término de la lectura de la sentencia, luego que las penas recibidas se dieran por cumplidas al permanecer un total de 749 días recluido en la cárcel: 41 días como encubridor del robo con violencia tentado, y 541 días por haber actuado como encubridor del delito de homicidio simple frustrado.
Un cuarto imputado en esta causa, Miguel Raniele Aguilar, falleció el 21 de enero de 2022 producto de un cáncer.
La Fiscalía había acusado también a Jorge Aguilar, Valesca Segovia y Luis Villarroel del delito de disparos injustificados, sin embargo fueron absueltos por la justicia.
Los hechos que sustentaron la causa se registraron en la noche del 20 de octubre de 2020 cuando -de acuerdo con los antecedentes- Valeska Segovia Ojeda y Jorge Aguilar Santibáñez llegaron hasta un domicilio de prolongación Manuel Aguilar, y donde la mujer golpeó la puerta solicitando ayuda por un supuesto problema en su vehículo.
Sin embargo, el requerido arrendatario del inmueble fue violentamente reducido, siendo inmovilizado con cinta de embalaje y cuerdas de guitarra, y amordazado con una prenda de vestir. Tras esto, Segovia y Aguilar revisaron el inmueble en busca de droga.
Se señaló que en ese momento la víctima, un contador de 42 años, comenzó a recibir insistentes llamados telefónicos de familiares, los que al no tener respuesta llevaron a que dos primos (uno de ellos vecino) acudieran al lugar produciéndose la huida de los asaltantes, no sin antes abrir fuego. Uno de los proyectiles impactó la cabeza de uno de los primos del “dueño de casa”, dejándolo con un herida que lo tuvo al borde de la muerte y que lo dejó con graves secuelas.
En la acusación de la Fiscalía se solicitaba para los principales acusados la pena de presidio perpetuo simple por robo con violencia calificado, sumándose en el caso de Aguilar otros 3 años por disparos injustificados. En tanto, para Luis Villarroel se solicitó cinco años de cárcel como encubridor. A este último se le sindicó como la persona que ayudó a arrendar los inmuebles que utilizaron como ocultamiento.