Sacerdote Santiago Redondo: “Me encuentro cansado, debilitado, para poder realizar el trabajo pastoral”
La presencia del sacerdote Santiago Redondo en Magallanes ha sido permanente en los últimos sesenta años, aunque siempre en un perfil secundario, discreto. Por eso, la noticia de que abandonaría la región para ser trasladado a Santiago conmocionó a los fieles, que han acompañado su camino.
En agosto, el prelado de origen español sufrió un infarto, que lo tuvo al borde de la muerte. Pero a pesar de sumar 93 años, salió adelante y está plenamente recuperado. Sin embargo, la sabiduría que le dan los años lo llevó a tomar esta decisión de pedir su traslado.
“Me voy, primero por el parecer de mis superiores y después también mi deseo, como estoy en este estado de salud, veo bien estar con los demás hermanos, que están enfermos, delicados de salud y por la edad. Por gracia de Dios tengo 93 años, así que doy gracias a El que después de este infarto cerebral que tuve, quedé bien, por lo menos mis sentidos están bien. Pero me encuentro cansado, debilitado, para poder realizar el trabajo pastoral como el de un párroco o un vicario”, reconoció Redondo.
Sin embargo, de inmediato aclara que “esto no quiere decir que no siento el irme de Magallanes, porque tengo muchas amistades, figúrese tantos años, muchos amigos y siento realmente, esta partida. Pero en todo siempre hay que ver la voluntad de Dios y lo mejor. Así que mi recuerdo seguirá siempre”, expresó.
De esas amistades, recuerda con cariño a las personas que conoció en La Prensa Austral. “Me han hecho muchas entrevistas, cuando estuve construyendo el templo de Porvenir”, destaca.
Por todo ello, claramente no será fácil esta separación de una tierra que lo acogió como uno más, porque de sus 93 años, 71 los ha vivido en Chile y 60 en Magallanes. “Llegué en 1952 a Chile, los superiores me enviaron. Soy hijo de obediencia y pedí salir a misiones. Llegué a Santiago, estuve cinco años en Puerto Natales y después viajé a Porvenir, en 1958, donde estuve 44 años”, resume el sacerdote originario de la provincia de Córdoba. También tuvo una corta estadía en el Liceo San José, mientras estuvo en la iglesia Cristo Obrero. “El director de ese tiempo, Rafael Sánchez, me preguntó por qué no daba un año de clases de Religión”, recuerda.
Pero todo tiene su ciclo y el 11 de enero tomará el avión que lo llevará a Santiago, anuncio que ya se hizo en la parroquia Cristo Obrero donde fue vicepárroco. “Tenemos una casa de acogida para los enfermos, que se encuentra en Avenida Macul, que está cerca del estadio de Colo Colo”.
Con resignación asume esta partida, porque se siente parte de Magallanes. “La región también me obsequió con el premio de Hijo Ilustre, así que estoy muy agradecido a los magallánicos”, retribuyó Santiago Redondo, que en 1996 fue reconocido como Ciudadano Ilustre.
Finalmente, a pocos días de su despedida de la región, el sacerdote Santiago Redondo envía su mensaje a los magallánicos: “Primero un agradecimiento grande por la acogida que he tenido siempre, a través de mi trabajo pastoral como párroco en Porvenir y también últimamente, como vicepárroco de Cristo Obrero. Les digo que no olvidaré a los magallánicos, que tengo gratos recuerdos de ellos y que en esa casa de acogida donde me voy, no los olvidaré, deseando y augurando que esta región magallánica surja; tiene un gran porvenir, un futuro inmenso. Les deseo mucho progreso y que sea una región realmente atractiva dentro de todo el país”.