A los 95 años dejó de existir el dueño del histórico estudio Foto Arno
- Sus funerales tendrán lugar esta tarde,
saliendo el cortejo desde la iglesia Catedral.
A las 5,20 de la madrugada de este lunes, dejó de existir en su domicilio particular, a la edad de 95 años, el vecino magallánico y fotógrafo profesional Oscar Saldivia Oyarzún, propietario del histórico estudio Foto Arno. “Se fue en el sueño, tranquilo, tuvo una muerte muy linda”, admitió su hija Ana María Saldivia, lectora de La Prensa Austral.
Don Oscar nació en 1927 en Punta Arenas. Hijo de José Saldivia y Tránsito Oyarzún. Era regalón de su abuela Clarisa. Su infancia transcurrió en Patagona al llegar a Bellavista, jugando en las empedradas calles del barrio San Miguel, en compañía de sus amigos Régulo Díaz, Melina Cárdenas y “Manzanita” Vukasovic, entre otros.
Ya desde antes de los 15 años estaba trabajando como junior en tiendas comerciales. Fue un apasionado del deporte e incursionó en algunas agrupaciones sociales. Su deporte favorito fue el fútbol y el tenis de mesa. Fue jugador del Club Olimpia y soñaba con ser marino, pero su miedo por el mar nunca se lo permitió. Admiraba al desaparecido crack Atilio Cremaschi.
Como propietario de Foto Arno, en la década de los 80” y 90” fue representante en Magallanes de las marcas Kodak y Canon, lo que le posibilitó viajar por el mundo, recorriendo todos los continentes, pero nunca cambió su Punta Arenas querido.
En el quehacer social, fue socio y tesorero del Club de Leones Punta Arenas.
Le sobreviven su esposa Anita Hernández, sus hijas Ana María y Claudia, siete nietos y dos bisnietos.
Sus restos están siendo velados en el templo Catedral y sus funerales tendrán lugar esta tarde luego de un responso fijado para las 15,30 horas, tras lo cual el cortejo se encaminará al Cementerio Municipal donde se realizarán las exequias.
Historia de la fotografía
La historia de la fotografía en Magallanes, da cuenta que el fotógrafo Tomás Franciscovich Nicetich se estableció en un local de calle O’Higgins 1041. Luego sucedería a Cándido Veiga luego de su muerte, en 1928, adquiriendo su afamado establecimiento de calle Roca 974, entre las calles Lautaro Navarro y O’Higgins, donde hizo retratos de estudio y abrió una línea de postales con paisajes y vistas de la región. Fue aprendiz suyo el fotógrafo Francisco Sánchez, quien se independizó hacia 1935 y abrió su propio local en calle Errázuriz. En 1947
Franciscovich decidió vender su establecimiento y trasladarse junto a su esposa a la ciudad de Quilpué.
La nueva propietaria del local de calle Roca 974 fue la señora Nora Koch, quien conservó al asistente de Franciscovich, Oscar Saldivia, y contrató al profesional Fritz Lange y puso un nuevo nombre al local, al que llamó Foto Arno, que tras la muerte de su propietaria en 1971, adquirió Saldivia la totalidad de la sociedad. El establecimiento de calle Roca cerró sus puertas a mediados de la década del 2000 y la sucursal de calle Bories esquina José Menéndez lo hizo años más tarde.