Necrológicas

Ayuno de Dopamina, recuperando nuestra motivación

Por Eduardo Pino Viernes 27 de Enero del 2023

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Uno de los temas más interesantes que se abordaron en el Congreso Futuro fue la adicción a las drogas y las consecuencias que tienen en el cerebro. Aunque no es un tema nuevo, se descubren cada vez más aspectos que nos ayudan a comprender mejor y de manera más completa la compleja dinámica entre el adicto y la sustancia, con bases biológicas, personales y sociales que idiosincráticamente van conformando el cuadro. 

Evitando caer en tecnicismos, se destaca a la Dopamina como neurotransmisor clave en la dinámica adictiva. Para el lector interesado en profundizar este tema recomiendo ingresar a las charlas del congreso futuro, por lo que me gustaría complementar la temática con el concepto “Ayuno de Dopamina”, que cada vez ha ido tomando mayor relevancia para mejorar los hábitos y aumentar el bienestar de las personas.  

La Dopamina es un neurotransmisor muy relevante en nuestro funcionamiento mental e integral pues está unida al placer y la activación de nuestra psiquis, por lo que la relacionamos con sensaciones que podríamos interpretar como felicidad en algunos momentos, pero de manera más precisa con la motivación, específicamente la recompensa que recibimos al haber realizado algún esfuerzo. Es decir, no es una mera ilusión que cuando nos hemos dedicado a alguna actividad invirtiendo tiempo y energía, superando dificultades, postergando placeres para perseverar en los esfuerzos necesarios que nos lleven a conseguir lo deseado, se disfruta y valora mucho más el logro y la recompensa que cuando los objetivos llegan de manera rápida, fácil o inmerecida. Esta vivencia tan psicológica encuentra su explicación biológica en el aumento de Dopamina, formando un ciclo virtuoso que nos lleva no sólo a disfrutar lo logrado, pues además impulsará próximos desafíos. Esto que parece tan positivo también tiene su lado negativo, que es cuando buscamos las descargas dopaminérgicas de manera artificial, es decir, sin haberlas merecido. Hay drogas que justamente hacen esto provocando altos niveles de excitación de este neurotransmisor, pero de manera súbita y transitoria, elevando los umbrales y acostumbrando al organismo a buscar cada vez más de este placer, que al ser inmerecido pierde sentido. Ahí es donde muchas veces aparece la dinámica adictiva, de forma artificial y dañina para el individuo. 

Pero no solamente las drogas provocan este mecanismo, pues de alguna manera se ha comprobado que ciertas prácticas como la ingesta excesiva de carbohidratos refinados (comida chatarra) o la permanente necesidad de las “pantallas azules” (redes sociales, video juegos, etc.), también caen en esta dependencia para obtener dosis pequeñas pero permanentes de la codiciada Dopamina. El problema es que en este tipo de personas se observa cada vez menores niveles de satisfacción real, pues en el caso de la mala alimentación repercute en su salud en general, mientras que el abuso de la tecnología lleva al aislamiento social de quienes lo practican. Estas personas reportan cada vez más dificultades en la adaptación a su entorno laboral, familiar y social en general, así como cambios en su humor y en muchos casos inicio y aumento de sintomatología depresiva. Se observan dificultades en procesos mentales claves como la atención, concentración, memoria y uso del pensamiento abstracto, pues sus dinámicas se vuelven cada vez más simples evitando realizar esfuerzos que lleven a desafíos de mayor complejidad. 

De ahí que se recomiende en muchos casos un “ayuno” de esta sustancia, no porque en sí misma resulte negativa, al contrario; si no para regular sus niveles y no estar pendiente todo el tiempo de obtenerla de manera simple debido a lo dañinas que resultan estas prácticas. Recomendaciones como disminuir la comida ultraprocesada por una más natural y sin tantos carbohidratos ni azúcares que estimulen en exceso; o alejarse de las redes sociales o videojuegos durante un tiempo, para compartir con la familia, aumentar nuestro contacto con la naturaleza, hacer ejercicio, leer algo interesante o meditar; ayudarán en el bienestar de las personas que al no estar sometidas todo el tiempo a una estimulación que a pesar de parecer inofensiva, desgasta de manera nociva recursos que podrían dedicarse a actividades mucho más productivas y gratificantes. 

Por esto si usted o alguna persona que conoce se encuentran en una dinámica similar a lo descrito, la invitación es a informarse y buscar un mayor bienestar para nuestra salud de manera integral.

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