Como “uno de los homicidios más extremos” calificó fiscal Dobson la muerte del estudiante Roberto Verdugo
Han transcurrido poco más de 20 días del brutal crimen del estudiante Roberto Verdugo Vargas. El autor y el cómplice fueron ingresados a la cárcel de Punta Arenas: Adalio Mansilla Quinchamán y su sobrino Fabián Peña Mansilla, respectivamente.
El fiscal jefe de Punta Arenas, Fernando Dobson, que el día de los hechos estaba haciendo uso de unas jornadas de feriado, interrumpió el descanso y se volvió inmediatamente a Punta Arenas.
La información telefónica que recibió era de tal magnitud que no daba para otra cosa que estar presente en las primeras diligencias.
Incluso, a medida que han ido pasando los días, se han ido conociendo más antecedentes del escabroso homicidio. Los detalles rayan en la incredulidad de cómo un ser humano puede actuar con tanta alevosía frente a otro.
Porque no sólo mataron a la víctima, sino que la quisieron hacer desaparecer, mutilando el cuerpo para cumplir el cometido.
Crimen
De acuerdo a lo ya conocido públicamente, la madrugada del sábado 14 de enero la víctima caminaba por una de las calles de la población Nelda Panicucci, en dirección a su casa.
Sin embargo, en un tramo desvió el rumbo y terminó en la casa de quienes terminarían transformándose en sus verdugos.
El trabajo de la Sip de Carabineros estableció que Roberto caminaba por la Avenida Carlos González y tuvo la mala fortuna de pasar frente a la vivienda donde estaban los imputados. Estos se encontraban bebiendo en el antejardín de la propiedad. Ellos lo saludaron y le ofrecieron un vaso de alcohol a cambio de dos mil pesos. Roberto accedió sin imaginar que ese trago sería el último de su vida.
Cuando estaban los tres al interior de la vivienda se desató la tragedia. Roberto y Fabián se habrían golpeado. Una acción que al parecer tuvo las características de un juego.
Al parecer Adalio Mansilla, de 29 años, no lo vio así y reaccionó violentamente golpeando al “invitado”. Incluso antes de apuñalarlo en varias partes del cuerpo le habría aplicado corriente, una versión que surgió de una de las declaraciones prestada a la policía.
Las múltiples lesiones cobraron la vida del joven y el sobrino del principal autor nunca prestó auxilio ni salió en busca de ayuda.
Muy por el contrario, una vez consumado el crimen colaboró con el desmembramiento del cuerpo que, inicialmente, quisieron enterrar en el patio. Pero esto no les resultó porque la tierra era muy dura y la pala que tenían no les permitió realizar la excavación que necesitaban para estos fines.
Fue ahí que surgió la idea de sacar los restos en bolsas, premuniéndose Mansilla de un cuchillo, machete, martillo, hacha y un corta cartón, pero tampoco lograron el objetivo. Por eso cuando llegó personal de Carabineros se encontraron con un macabro escenario del crimen. Había mucha sangre y en principio los funcionarios estaban desconcertados.
Esto se explica con lo señalado en la audiencia donde fueron formalizados los detenidos, cuando el fiscal Manuel Soto dijo que estos elementos eran para “lesionar, mutilar y desmembrar el cuerpo”.
Por esto es que el principal autor, Mansilla, fue formalizado por “homicidio calificado, con calificantes de alevosía y ensañamiento”, teniendo participación en calidad de autor Adalio Mansilla Quinchamán y de cómplice Fabián Peña Mansilla.
Habla fiscal Dobson
“Sí, la verdad es que es un caso muy extremo en relación a la magnitud de lo que pasó respecto de la víctima”, admitió a El Magallanes el fiscal jefe de Punta Arenas, Fernando Dobson Soto.
“Afortunadamente, se pudo determinar la autoría de quienes estaban detrás de la comisión de este ilícito, y esperamos dentro del plazo investigativo que nos queda poder hacer algunas diligencias que estamos coordinando junto a Labocar y la Sip de Carabineros, para poder también allí encontrar todos los medios probatorios para acreditar cabalmente estos hechos”.
¿Hubo colaboración?
“Como fue de conocimiento, uno de los antecedentes que se expuso en la audiencia es que la denuncia se gesta porque uno de los imputados da noticias a un familiar de que había cometido un ilícito. Y ellos mismos transmiten esta información a Carabineros. Paralelamente, estábamos con la denuncia de una presunta desgracia de la víctima, por lo tanto se estaban haciendo diligencias en torno a la ubicación de él. Carabineros, al ir a verificar el domicilio donde había ocurrido el homicidio, encuentran el cuerpo sin vida de Roberto Verdugo.
“Dada las condiciones en que se encontraba el cuerpo -prosiguió el fiscal-, fue a través de las pericias que realizó el Servicio Médico Legal que recién se pudo confirmar su identidad. Porque, como se dijo en la audiencia, hubo una acción de desmembramiento y mutilación del cuerpo”, concluyó Dobson.