Planificar y anticiparse

Los hechos suceden a un ritmo cada vez más vertiginoso. El ser humano no detiene su voraz apetito depredador, egoísta y ambicioso. La naturaleza se enoja con este irreverente y presuntuoso habitante del universo, y comienza a tener reacciones cada vez más inusuales, al menos para lo que conocíamos en los últimos 100 años de vida sobre la Tierra. Claro, antes hubo mutaciones increíbles, cataclismos, glaciaciones y cuanto cambio radical se pueda imaginar, sin embargo, esto ocurrió en millones de años.

Hoy los cambios climáticos son tan vertiginosos, que el propio hombre puede ser el que gatille su aniquilación o su miseria y barbarie absoluta. Esta vez no será la propia naturaleza la que se adapte a un nuevo estado, sino que la acción humana será la causante de sus propios males. Esta vez con más conocimiento, interconexión y riqueza que en cualquier momento que se conozca en la historia, el ser humano entrará a rozarse nuevamente con lo más básico. A pesar de su avance tecnológico, este no le servirá de mucho pues éste se ha transformado en un fin en sí mismo y no en un medio para mejorar la vida en todos sus ámbitos.

¿Qué podemos hacer cuando a pesar de la globalización e interconexión, las economías locales, la alimentación, los residuos, el agua, y lo más básico, volverá a ser preponderante, clave, estructural?

Magallanes  es uno de los territorios de reserva de agua dulce más importantes de Chile y uno de los más importantes del Planeta, junto con la vecina Región de Aysén y Los Lagos. A pesar de esto comienza a tener escasez hídrica. Sus humedales se secan, sus lagunas desaparecen, sus ríos caudalosos y abundantes se desplazan rápidamente hacia el sur.

Sólo en Punta Arenas, la laguna Lynch ya no asegura provisión de agua como una de las principales fuentes de agua, junto con el río de las Minas. La parcelación de lotes aguas arriba de la laguna, está inevitablemente cortando los acuíferos hacía ésta. Claro, ha llovido menos, si queremos engañarnos o adormecernos por un momento. En la ciudad, la laguna Pudeto y el Humedal Tres Puentes comienzan su secado o su notable retroceso. Lo más probable dentro de las causas de esto, son las urbanizaciones cercanas, los cortes de las napas, de los acuíferos alimentadores. ¿Cómo estamos cuidando los acuíferos aguas arriba de la laguna del Parque María Behety?

La semana pasada veíamos el necesario resguardo de nuestro bosque nativo, que en el caso de Punta Arenas, está a sólo una decena de kilómetros arriba y al sur de la ciudad. La antigua Reserva Forestal, pareciera que no cesa en su explotación, al ver diariamente convoy de camiones sacar sus nobles y duraderas maderas. ¿Hay control de ello? Espero que así sea.

En cualquier forma, el mandato que la ley asigna a los nuevos gobiernos regionales, que debutaron en su nueva institucionalidad hace casi dos años, de establecer los Planes de Ordenamiento Territorial (PROT), es primordial que se promuevan y gestionen con prontitud. Así como en el norte se ha establecido que hubiese sido lógico y plausible que las plantaciones forestales tuviesen por ejemplo líneas cortafuegos de al menos un (1) kilómetro en los alrededores de las ciudades, aquí debemos efectuar un conteo, estimación y preponderancia de los recursos naturales que poseemos y que más temprano que tarde deberemos tener resguardados para su uso y goce.

Ordenar bordes costeros, áreas protegidas que tienen explotación marina en especial por la industria acuícola las cuales es preciso normar y hacer cumplir férreamente lo que se comprometa en ellas, áreas reservadas y exclusivas para la contemplación y el turismo de intereses especiales, protección de ríos y cuerpos de agua, planificación y construcción de obras o mega obras (como lo fue la construcción de la aducción de laguna Parrillar hace algunas décadas), y que hoy, se aprecia con valor la pre-visión que se tuvo al construirlas.

Cuidado y educación respecto de nuestros bosques, dotación de los elementos y equipamientos necesarios para poner a resguardo nuestros recursos naturales. Pensar qué haremos con nuestra otrora riqueza ganadera, en especial cuando es más preciso tener soberanía y seguridad alimentaria. ¿Será factible, como indica el Ingeniero Fugellie en estudios preliminares y presentados en su momento a las autoridades regionales de la época, dotar de riego a la planicie norte de los alrededores de la Laguna Blanca, con la generosa y abundante agua del río Penitente? ¿Será factible utilizar agua del río Rubens y convertir a la pampa y mesetas al norte de la Laguna Blanca en fértiles y productivas praderas? Catastrar con prontitud, estudiar y re-estudiar viejos trabajos, medir, tomar decisiones y actuar a tiempo, con la pre-visión que tenían los que nos precedieron, que con menos información y recursos pero con más osadía hicieron florecer este maravilloso territorio en el cual vivimos. Esto se transformó en una obligación, antes que sea demasiado tarde.