Fondo de la Nasa es adjudicado a médico magallánico para combatir la resistencia antimicrobial
Actualmente el 10% de los pacientes atendidos en establecimientos intrahospitalarios contrae alguna infección durante procedimientos quirúrgicos, lo que resulta en 100 mil muertes directas en Estados Unidos. De estas infecciones, el 50% es producto de contaminación microbiana presente en dispositivos médicos y superficies. Lo que además impacta en pérdidas económicas de al menos $100 mil millones de dólares.
Frente a esta realidad sanitaria es que surge Copper 3D, innovación fundada por tres chilenos, Daniel Martínez, Andrés Acuña y Claudio Soto Angelo, médico nacido en la ciudad de Punta Arenas. Este equipo propone una aproximación innovadora a este problema global, a través de la producción de materiales y soluciones quirúrgicas personalizadas, mediante componentes activos de cobre, que puedan eliminar los gérmenes y microbios.
“Los materiales son biopolímeros, es decir, orgánicos, al cual se le adiciona un aditivo basado en sal de cobre. Por otro lado, nuestras soluciones quirúrgicas se basan en la anatomía específica de cada paciente y, a través de diseño digital y posterior impresión en 3D, se obtiene un dispositivo personalizado antimicrobial que se usa en cirugías explicó Claudio Soto.
El funcionamiento de estos materiales a nivel molecular explicado de manera simplificada es que los iones del cobre que usan para sus materiales migran hacia los gérmenes, eliminándolos e inhibiendo por ende su reproducción.
Impresión 3D
La impresión 3D de materiales médicos es una revolución vanguardista de salud que mantiene características de precisión que la catalogan como una valiosa y eficiente herramienta, que potencia la precisión y resultados positivos en cirugías de alta complejidad.
La tecnología de impresión 3D permite crear modelos tridimensionales de distintas partes del cuerpo humano, a través de imágenes médicas como de escaneos en tiempo real. Estos modelos permiten planificar y simular procedimientos quirúrgicos, entregando exactitud de la anatomía de cada paciente y así adaptarse a las necesidades específicas de cada uno. La tecnología 3D permite una reducción en el tiempo quirúrgico e incluso los costos.
Algunas especialidades médicas que están adoptando la manufactura son cirugía cardiotorácica, neurocirugía, maxilofacial, oftalmología, otorrinolaringología cirugía ortopédica, urología y vascular.
A esta innovadora metodología se une el cobre, como un aliado de control ante potenciales proliferaciones de microorganismos dañinos, que se traducen en infecciones, y en muertes, en los casos más extremos.