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Andrea Pivcevic Cortese, candidata independiente con cupo PPD

“Nuestro país no se merece ni soportaría un segundo rechazo, sería una frustración tremenda”

Domingo 26 de Febrero del 2023

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– Magallánica, abogada y empresaria, postula por segunda vez a un proceso para redactar una nueva Constitución, tras haber participado en la lista Magallánicos No Neutrales, sin
conseguir ser electa, situación que espera revertir en esta oportunidad.

“Hay una fuerte aprensión de que se produzca una situación inversa al proceso anterior y que haya una sobrerrepresentación de la derecha y que de alguna manera terminemos con la misma Constitución, pero, con otras palabras y eso sería terrible”

Para Pivcevic procesos como este “no se deben arrastrar eternamente, hay un momento que hay que usar y este es mucho menos expuesto, con menos farándula, pero que articule. Si aprovechamos ese impulso, cerramos el capítulo definitivamente, porque postergarlo es quedarnos con la espina de quedarnos con una Constitución impuesta por una dictadura”

“Hoy todo es pérdida, si se mira el proceso anterior no quedó un nuevo texto y como país, lejos del objetivo principal, que era unirnos y reconciliarnos nos terminó polarizando incluso más”

Cristián Saralegui
[email protected]

Con las mismas convicciones que expresó hace dos años, la abogada y empresaria magallánica Andrea Pivcevic Cortese vuelve a postular para ser parte del equipo que redactará una nueva Constitución. Si anteriormente se presentó como candidata por la lista Magallánicos No Neutrales, ahora lo hace de manera independiente, pero con cupo del Partido Por la Democracia. 

“Este proceso no le permite a los independientes formar listas. Los partidos tienen a sus candidatos, hasta cuatro y los independientes pueden inscribirse, pero solos. Yo había descartado participar por lo mismo, es muy difícil que un independiente salga solo, pero también creo que es importante tener un proyecto más colectivo”, reflexionó.

No pudo ser convencional, pero ahora quiere ser consejera constituyente, afirmando que el país no resistiría otro proceso rechazado. “No fue fácil tomar la decisión y, como mucha gente, siento que esto es una deuda pendiente. No se ha cerrado la posibilidad ni menos resuelto la posibilidad de contar con un nuevo texto constitucional y me parece que ahora es incluso más importante involucrarse que antes. Ya vivimos una experiencia que terminó en una profunda decepción para la gran mayoría, y eso nos obliga a asumir la responsabilidad y tener un éxito en esta segunda etapa”, estableció como principio.

Señaló que aceptó el llamado del PPD, porque “le habla al centro político, al porcentaje que rechazó, pero también al que aprobó, queriendo cambiar al que históricamente fue de centro y no se identifica con los extremos”.

Al analizar el escenario actual, en que la percepción general indica una mayor desconfianza hacia este nuevo proceso, la candidata reconoce que “antes hubo tanta expectativa de la forma y el fondo de lo que estaba pasando, que el resultado generó una tremenda frustración, por lo que el principal desafío es motivar a la gente para este segundo proceso, que quedó decepcionada. Hoy todo es pérdida, si se mira el proceso anterior no quedó un nuevo texto y, como país, lejos del objetivo principal, que era unirnos y reconciliarnos nos terminó polarizando incluso más. Tenemos que aprovechar esta segunda oportunidad y si visualizamos que, si nos reconciliamos y hacemos bien el trabajo, de aquí a final de año podemos tener un texto constitucional que quizás no será el ideal de nadie, pero sí donde todos nos reconozcamos de alguna manera”, recomendó.

Lamenta sí que, en este escenario, “los ciudadanos no tenemos gran participación. Tanto la definición del mecanismo como la elección de los expertos ha estado en manos del Congreso y los partidos políticos. Lo que tenemos los ciudadanos es un espacio reducido de 50 personas y dos de la región, que debemos tener la capacidad y habilidad de articular acuerdos dentro de ese consejo ciudadano, para proponer enmiendas a lo que nos entreguen como proyecto. Y para ello necesitamos personas que puedan articular, aunar posiciones y, además, movilizar, porque el proyecto será entregado por 28 expertos y el consejo ciudadano debe ser un contrapeso a ello y reajustar lo que se está planteando. Y llevar la voz de nuestra región a un proceso tan relevante, marcando una diferencia”.

A diferencia de otros candidatos que no rescatan nada del anterior proceso, Pivcevic sí encuentra algunos aspectos positivos. Para empezar, la legitimidad que tuvo desde un principio, la que considera histórica. “Si bien polarizó, permitió visualizar una forma de hacer política que hasta ese momento se veía que era la ideal, pero que hoy entendemos que no. Cuando hablaba en la campaña anterior que había que conciliar intereses, encontrarnos en puntos medios y no hablar desde la trinchera, en esa época de asociaba a cocina política y había muy poca tolerancia”. 

Para Pivcevic, hubo problemas de forma y fondo. La arrogancia e intransigencia que se percibía desde la sociedad, en que se produjo una mayor polarización y defensa de ideas particulares, en vez de buscar acuerdos. “El resultado era esperable y fue muy sintomático ver al final a gente tomándose fotos con el texto y otros que no querían ni aparecer. No resultó en un texto armónico, sino que hubo distintas ideologías dentro de un mismo texto y con una clara desconfianza al legislador. Fue un texto que se preocupó de poner leyes en la Constitución, que es lo que no tenemos que hacer ahora. Terminó siendo un texto súper extenso, poco comprensivo”, evaluó.

De la misma propuesta que se rechazó, estima que en las 12 bases que se establecieron se rescataron algunas visiones. En esa línea, establece que la descentralización afectiva es clave, ya que “el primer proceso nos prometió algo parecido y quedamos donde mismo sino un poquito más atrás”. 

Asimismo, el texto debe resolver deudas del pasado, pero con visión de futuro, advierte. Lo acotado de los plazos hace que la estrategia para llegar al electorado deba ser necesariamente, diferente, considerando, además, la obligatoriedad del voto, lo que a su juicio obliga a tener un mayor alcance en la ciudadanía. “Cambios habrá, pero hay una fuerte aprensión de que se produzca una situación inversa al proceso anterior y que haya una sobrerrepresentación de la derecha y que de alguna manera terminemos con la misma Constitución, pero, con otras palabras. Y eso sería terrible”.

Aunque no se podrá establecer un regionalismo como apareció en el texto rechazado, esta descentralización -a su juicio- debe contar con autonomía fiscal, financiera y política, tomando en cuenta las diferencias de cada región. También manifiesta que deben tocarse temas como los sistemas de gobierno y electoral. “Necesitamos compensar el hiperpresidencialismo que tenemos, en que como tenemos hoy el Congreso, haya una fragmentación partidaria tan grande que impide que haya mayorías y eso ha hecho muy difícil gobernar. Hay que pensar que tienen que servir a cualquier gobierno, no al que esté de turno. Hay que mantener la autonomía e independencia de los poderes del Estado, esencial para cualquier Constitución, que lo que hacen es armar una estructura de equilibrio de poderes. Las funciones de las cámaras, la duración, el Poder Judicial, cómo logramos que mantengan su independencia, pero que respondan a criterios distintos a los que vemos hoy, donde hay un montón de insatisfacción en la ciudadanía”.

Por todo lo que está en juego, manifiesta que, aunque el panorama actual invita al pesimismo, debido a que aún está fresco el rechazado texto, sostiene que “son procesos que no se deben arrastrar eternamente, hay un momento que hay que usar y este es mucho menos expuesto, con menos farándula, pero que articule. Si aprovechamos ese impulso, cerramos el capítulo definitivamente, porque postergarlo es quedarnos con la espina de quedarnos con una Constitución impuesta por una dictadura. Nuestro país no se merece ni soportaría un segundo rechazo, sería una frustración tremenda. Espero que los expertos y políticos estén a la altura de la responsabilidad que tienen y que los que lleguemos al consejo ciudadano también lo estemos. La responsabilidad es doble, porque no hay espacio para un segundo fracaso, la ciudadanía no se merece eso”, finalizó.

En el mundo privado, pero con
profundo compromiso social 

Andrea Pivcevic es abogada de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Master en Derecho University College London (UCL) y MBA de la Universidad Adolfo Ibáñez. 

“Mi carrera se ha desplegado principalmente en el ámbito privado, pero con un profundo compromiso de gestión con mirada social. Nuestra empresa, Aerovías Dap, se ha transformado en una reconocida y apreciada forma de crear valor para nuestra región y su gente. No es sólo mi lugar de trabajo y el de tantos más, es un pedazo de nuestra historia regional. 

“Creo -prosigue- que la sostenibilidad es indispensable para el éxito de cualquier negocio y que el respeto a las personas, al medioambiente y la ley son esenciales para crear confianza y legitimidad”.

Es miembro del directorio de la Corporación de Desarrollo de Magallanes (Cormag) y del Consejo Consultivo de “The Nature Conservancy” (TNC) Chile, ONG dedicada a la conservación del medioambiente y su biodiversidad.

También es consejera en Fundación “Todas”, organización sin fines de lucro que promueve el potenciamiento de los liderazgos femeninos de todas las edades y en todos los estratos sociales y socia de Redmad, una corporación sin fines de lucro conformada por mujeres profesionales y empresarias con una trayectoria relevante en cargos ejecutivos, comprometidas con aportar valor a las organizaciones públicas y privadas, a través de la incorporación del talento femenino en la alta dirección.

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