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Seis recomendaciones para una mejor vejez

Por Ramón Lobos Vásquez Miércoles 1 de Marzo del 2023

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Ramón Lobos Vásquez
Médico Geriatra y Paliativista. 

Una cierta seguridad en la vida humana es que tiene un principio y un fin conocido. La diferencia es lo que realizamos entre esos dos eventos vitales, el cómo aprovechar o vivir mejor nuestras existencias marca el destino y trabajo del hombre como especie.

Cuando se toma conciencia de quiénes somos como individuos, desarrollamos una esperanza de vida y un aprovechamiento de ella. Mientras más jóvenes más y más desafíos nos esperan. Parece ser el sino de esta etapa, el desarrollo de potencialidades y más actividades.

En la medida que envejecemos tomamos conciencia de las limitaciones que tenemos y que los tiempos y desafíos serán menores. Y pareciera que allí decidimos vivir menos pero más seguros y tranquilos.  Otra etapa otros afanes. Pero siempre en la búsqueda del desarrollo personal y su destino en esta sociedad.

Y así nos llega la etapa de vivir la vejez como un continuo de este desarrollo, donde pareciera ser central la sobrevida en las mejores condiciones. Buscamos seguir siendo y desarrollándonos como personas activas y vitales y este es el mejor momento para iniciar cambios que nos permitan un mejor proceso de envejecimiento. Otros lamentablemente, por estilos de vida o por no tomar conciencia, tardíamente se percatan que han envejecido.

Si hemos crecido y desarrollado una rutina con estilos de vida saludable, que tanto preconizan y nos machacan los agentes de salud, obviamente no viviremos esta transición. Pero quienes no lo hacen en algún momento deberán tomar conciencia y desarrollar estilos de vida saludables o amigables con el envejecimiento. Mientras antes lo hagamos mejor, pero siempre será importante hacer y desarrollar este cambio.

La vejez y sus consecuencias son temidos por todos. Deseamos una vejez tranquila y apacible, donde las limitaciones de este proceso sean menos evidentes y sean amigables con nuestro día. Es el anhelo que todos esperamos. Hoy nos damos cuenta que es posible atenuar o ralentizar mucho de estos deterioros. 

En especial el deterioro neurocognitivo. El más temido. El que nos asusta y más motiva a hacer cambios cuando conocemos de quienes al envejecer demuestran este deterioro, algo que nadie quiere vivir. Anhelamos seguir íntegros y que nuestras capacidades neurocognitivas se mantengan por siempre. 

Felizmente estudios y evidencias nos demuestran que hay acciones que podemos realizar para lograrlo. Son factores modificables de los estilos de vida que lentifican el deterioro neuronal, en especial de nuestra memoria ¿Cuáles son? 

Por ejemplo, desarrollar actividades neurocognitivas. O sea, ejercitar nuestra mente. Mantenerla activa y bombardeada de estímulos permanentemente, esto depende sólo de nosotros. Cultivar intereses distintos, leer, cantar, escuchar música, pintar, hacer siempre actividades nuevas para estimular otras áreas de nuestro intelecto. Expandir nuestra vida. Romper las rutinas que la vida adulta nos impone. Descubrir y explorar qué más podemos seguir haciendo.

La segunda recomendación es hacer ejercicio físico de forma habitual. Es mucha la evidencia de que desarrollarla a la edad que se inicie siempre será una buena elección. Ojalá diariamente o al menos 5 veces por semana. Según nuestras capacidades. Incluso caminatas intensas marcan esta diferencia. 

En tercer lugar, se recomienda tener una dieta sana. Comer para vivir. Una dieta acorde a nuestros requerimientos, evitando los excesos. Esto no quiere decir que sea fome, aburrida o que no podamos degustar algo de cuando en vez. Pero debe ser la regla aprender a comer sano y saludable. Aún con restricciones económicas podemos elegir mejores formas de nutrirnos y más saludables.  Es algo que debemos aprender. Tarea para los nutriólogos de nuestra región, para que nos guíen en cómo nutrirnos sano y mejor con lo que hay disponible en Magallanes. 

Otra de las recomendaciones es no fumar. Siempre será una buena opción dejar este hábito. Hay demasiada evidencia de lo nocivo y de cómo malogra nuestro envejecimiento. Mientras más luego se tome esta decisión mejor será. Vale la pena la ganancia, no sólo en años de vida si no que también en la calidad de ella el dejar de fumar.

También debemos reducir el consumo de alcohol. No es no beber. Es disminuir el consumo en los eventos sociales. Tomar pequeñas dosis. Aprender a consumir alcohol parece ser una buena enseñanza en la calidad de vida.

La sexta recomendación es mantener y desarrollar el contacto social. Somos una especie que vive y se desarrolla en sociedad. Por eso es importante mantener círculos sociales activos. Eso permite siempre un buen envejecimiento. Partiendo por la familia y nuestras amistades. Es bueno ampliar los círculos sociales. El desarrollar nuevos roles o nuevos desafíos ayudan en esta dirección. 

Más temprano que tarde seremos mayores. Hagamos lo que hagamos llegaremos a esta etapa. La diferencia es cómo la viviremos. En especial por la capacidad cognitiva que tengamos, este será el capital con el que vivamos esta etapa. Por eso, mientras antes hagamos el cambio mejor será. Más capital tendremos para esta etapa. Siempre será bueno comenzar a desarrollarlo.  

Por eso la importancia de trabajar unidos en políticas públicas locales por nuestros mayores. Esto es una guía. Cada uno decide cuándo comenzará a hacerlo. Pero también es una guía para nuestra sociedad y sobre cuándo permitirá que los estilos de vida saludable sean parte del día a día de la mayoría de sus habitantes. Falta mucho por crear esta cultura. Pero para allá debemos éticamente avanzar hoy.

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