Presentan proyecto para terminar con exigencia de faldas y jumper escolares
Un proyecto que apunta a modificar la Ley 20.370 General de Educación con el objeto de prohibir la exigencia de uniformes diferenciados por género en los establecimientos educacionales, presentó un grupo de parlamentarios entre los que se encuentra la diputada Javiera Morales.
La iniciativa, que ingresó a su primer trámite constitucional, pide agregar un inciso que indique que “este reglamento no podrá establecer diferencia alguna en cuanto al uniforme exigido a niños y niñas”. Asimismo, como transitorio se plantea que “los establecimientos educacionales tendrán un plazo de un año desde la publicación de esta ley para decaer sus reglamentos internos con la presente normativa”.
Para su fundamento, los legisladores exponen que “el proceso escolar es un proceso de acompañamiento que tiene como objetivo que los niños, niñas y adolescentes (NNA) se desarrollen integralmente. En esta línea es esperable que ellos tiendan de forma natural a explorar, jugar, conocer, experimentar en el ambiente escolar. Esto es deseable ya que los juegos son una experiencia vital y fundamental para el desarrollo físico y psicológico de los niños, niñas y adolescentes por tanto es deber de los establecimientos escolares promover estos espacios y cuidar que ocurran en condiciones seguras”.
En la línea del proceso educativo
Es por lo anterior -se agrega- que el exigir a niñas llevar un uniforme consistente en falda y jumper “no va en línea con el proceso educativo”. Agrega que tal vestimenta “en la práctica resulta más incómoda y además restringe el movimiento, provocando que las niñas no puedan jugar con la misma libertad y comodidad que lo hacen los niños”.
Plantean que, además, el uso obligatorio de la falda impone una “conducta social deseada en las niñas como por ejemplo la cautela, la necesidad de no verse expuesta, también se ve limitada la expresión de la corporalidad, manteniendo a las niñas en un estado de alerta y de precaución que no promueve su desarrollo integral, sino que lo obstaculiza y además reproduce roles de género, que están cada vez más obsoletos en nuestra sociedad”.
Por otro lado, sostiene que no es acorde al espíritu de la educación limitar las opciones de uniforme únicamente al sexo biológico de los NNA, “más aun tomando en consideración la creciente fuerza que toma el movimiento LGTBIQA+ que cuestiona los roles de género y exige se reconozca la existencia de personas que no se identifican con el sexo biológico con el que nacieron, ni es necesario que lo hagan para incorporarse al sistema educativo. Además, la construcción de este escenario educativo, promueve un factor de discriminación para los estudiantes que no se enmarquen en esos códigos binarios”.