Apoyo a la reinserción de personas privadas de libertad

El admirable mejoramiento de la infraestructura carcelaria en Punta Arenas, permitió dotar al complejo penitenciario de amplios espacios, facilitando con ello la ejecución de los programas de rehabilitación en favor de quienes pagan sus deudas con la sociedad.

En ese contexto, Gendarmería ha realizado notables esfuerzos por habilitar talleres dentro de la cárcel, contando para ello con el decidido apoyo de su departamento de readaptación a nivel central, que ha entregado los recursos para financiar la adquisición de insumos, herramientas y maquinarias.

Es una forma de capacitar a los reclusos en un oficio que les permita en el futuro poder reinsertarse de manera independiente en el ámbito laboral.

Pero, esto no es suficiente. Se requiere de un mayor compromiso, particularmente de la empresa privada. Y a ello han estado orientado los esfuerzos de las autoridades de Gendarmería para atraer a inversionistas a sus instalaciones.

El hecho que un recluso sea contratado por una empresa externa, posibilita que se vea sometido virtualmente a las mismas exigencias de un trabajador en libertad en el mercado legal, y obtener una remuneración cercana a la de éste, mejorando así sus condiciones de vida. Al volver al medio libre, el ex recluso estará capacitado para actuar fuera de la prisión.

Lo anterior, va en línea con el programa “+R” (Más Reinserción), el que además de Sence, involucró a diversos actores, como la Confederación de la Producción y el Comercio, organizaciones solidarias, Sercotec, el Fosis, las seremías de Economía, Cultura, Desarrollo Social, del Trabajo y Deportes y el Sename. La apuesta, es que desde sus respectivas áreas, puedan aportar más herramientas a los procesos de reinserción de condenados y condenadas.

La reinserción social debe entenderse, planificarse y desarrollarse como un proceso sistemático de mediano y largo plazo, cuyo objetivo es la modificación de conductas que inciden en la génesis y desarrollo de los actos delictuales, que se inicia con el primer ingreso de una persona a un establecimiento penitenciario y que se mantiene y desarrolla durante toda su estadía.