Buen trato y prevención del maltrato infantil
Conmueve el drama que a diario viven en el país muchos niños agredidos, abusados y vulnerados en sus derechos fundamentales.
En Magallanes, esta alarmante materia ha alcanzado ribetes inquietantes. En el último año en la zona se denunciaron 484 abusos sexuales contra menores.
Es una realidad que duele, y mucho, más aún cuando los hechos ocurren intramuros, al interior de las familias, que de esta forma éstas se transforman en cómplices.
Un estudio de Unicef conocido en abril pasado, en el contexto del Día Internacional de la Lucha contra el Maltrato Infantil, muestra que padres y madres que recibieron castigo durante su infancia tienden a repetir prácticas violentas en la crianza de sus hijos e hijas.
En este ámbito, la educación parvularia cumple un rol clave en la promoción del buen trato y en la prevención del maltrato infantil, pues es la única forma de garantizar el bienestar y el desarrollo adecuado de niños y niñas. De ahí que los equipos pedagógicos y las comunidades educativas, tienen un papel fundamental en la implementación de estrategias efectivas y en la creación de entornos educativos seguros y respetuosos.
En esta línea, el involucramiento de las familias y la misma comunidad es esencial para fomentar un ambiente de buen trato y prevenir el maltrato infantil.
Esto último es particularmente importante, porque es en la familia donde se debe dar el primer ejemplo de respeto a los niños, garantizando el derecho que tienen los menores a la educación y a no trabajar, entre otros. Sin embargo, en muchos hogares a diario se vulneran las garantías esenciales que deben estar presentes en el desarrollo de todo niño y niña, sufriendo violencia intrafamiliar y abusos sexuales, dos grandes males que afectan a muchos menores magallánicos. Por eso es vital tomar conciencia. Principalmente los adultos.
