Presencia magallánica en el mundial de esquila en Escocia
Desde la llegada de los colonizadores, la ganadería ha sido una de las actividades principales en Magallanes y la historia de nuestra región tiene a las estancias como unidades familiares y productivas sobre las cuales se ha cimentado el progreso
regional.
Por ello, resulta importante ver cómo nuevas generaciones han estado tomando la posta y han sido las que, poco a poco, se han abierto a la genética, a las nuevas tecnologías, al agroturismo y, entre otros, al rescate de las tradiciones campestres.
La esquila es una faena de temporada y las cuadrillas siempre han contado con jóvenes, quienes han ido aprendiendo este oficio al observar la habilidad de los expertos.
La savia joven es fundamental para robustecer nuestra ganadería y para conservar las costumbres ligadas a ella.
Por ello, resulta importante la participación de jóvenes magallánicos que representaron a Chile en el reciente mundial de esquila que se realizó en Escocia.
En cuatro jornadas de competencia, cerca de mil participantes de 29 países se midieron en diversas pruebas, donde el tiempo y la perfección en el rapado fueron elementos a tener en cuenta en las justas de esquila tradicional y a tijera. Luego, la habilidad para la selección y el acondicionamiento de la lana también fueron objeto de una reñida competencia, donde la técnica y la rapidez también se observaron.
Este mundial de esquila se realiza desde 1977 cada dos años en diferentes países.
El encuentro en Edimburgo no fue la primera participación chilena, pero sí la primera vez en que nuestro país es representado sólo por integrantes de Magallanes.
El equipo regional regresa sintiéndose orgulloso y con justa razón, pues tuvo una destacada participación y derrochó entusiasmo. Lo único a lamentar es que, como muchos otros magallánicos que se ganan la opción de viajar y competir en el exterior, no les fue fácil a la hora de necesitar financiamiento.
Pero, su experiencia debería servir de base para que más jóvenes magallánicos puedan medirse en esta actividad, la cual es considerada no sólo parte de un proceso productivo, sino un verdadero deporte que hoy tiene competencias en todo el mundo. Esto último también nos lleva a pensar que nuestra región podría elevar sus estándares y perfeccionarse y también dar vida a justas internacionales de alto nivel competitivo.