Nueva querella por estafa y lavado de activos en contra de ex ejecutivos de Nova Austral
- Acusan fraude de inversiones por más de 300 millones de dólares.
Delitos de estafa y lavado de activos surgen como nuevas imputaciones en contra de los ex ejecutivos de Nova Austral, esta vez por parte de administradora general de fondos Moneda.
La compañía resolvió seguir el mismo camino de la familia Solari, recurriendo a la justicia para interponer una querella en la cual señalan que cinco altos ejecutivos de la salmonera idearon un fraude de inversiones con el que obtuvieron más de 300 millones de dólares.
La información se hizo pública ayer a través de una publicación del Diario Financiero, que señala que los hechos que sustentan la acción se remontan a 2017 cuando “el fraude se ejecutó ininterrumpidamente” hasta 2023, cuando “violentando los deberes de informar verbalmente al mercado de valores y a las autoridades medioambientales chilenas, comunicaron hechos falsos sobre la situación de la compañía”.
Por tal razón, Moneda acusa sentirse afectada, tomando en cuenta que se trata -junto a la familia Solari- de uno de los principales bonistas de la salmonera y afectados por la deuda de 560 millones de dólares que mantiene la compañía en proceso de reorganización judicial.
La acción se dirige a los ex directores noruegos Yngve Myhre y Halvor Meyer; al ex gerente general Nicos Nicolaides; al ex director financiero Sergio Montenegro; y al ejecutivo de Altor, Tom Christian Jovik.
Duras imputaciones
De acuerdo con la publicación, la acusación indica que los representantes de la compañía, al momento de ofrecer el bono, “mintieron acerca de aspectos como el capital de la firma, la capacidad real de la producción de la empresa, sus condiciones legales para ser beneficiaria de la Ley Navarino (que entrega incentivos a empresa instaladas en Magallanes), el cumplimiento de los estándares ambientales, la situación de los centros de cultivos, y el estado económico y financiero de la compañía”.
Esto -se agrega- hace referencia, principalmente, a las reiteradas multas que ha recibido la salmonera de parte de las autoridades ambientales “y las violaciones a la Ley Navarino en relación con obtención de bonificaciones indebidas, lo que hoy tiene formalizados a cinco ex gerentes de la compañía”.
Diario Financiero revela que los abogados de Moneda, incluso, mencionaron una publicación donde se destacaban las certificaciones ambientales de la salmonera y su ubicación privilegiada para cosecha de salmones. “Nova Austral ofrece un afluente de salmón sustentable cultivado en las aguas prístina y heladas de la Antártica”, decía. El argumento de los demandantes es que la salmonera se les presentó como un compañía de primer nivel mundial y medioambientalmente saneado, “lo que era falso”.
Y se agrega respecto de la imputación por lavado de dinero que, una vez disponiendo de los recursos de los inversionistas, los controladores de Nova Austral (Alto y Bain, aunque el segundo salió de la empresa el año pasado), habrían remitido directamente esos dineros desde la filial chilena a sociedades matrices extranjeras. “Adquirieron un activo en la suma de US$183 millones, obteniendo recursos mediante un fraude de inversiones por la cantidad total de US$323 millones. Luego de consumada la estafa, proceden a desentenderse de la compañía e iniciar un proceso de liquidación”, se enfatiza.
La querella precisa, además, que “esta acción judicial no va dirigida en contra de Nova Austral, sino que se enmarca en un conflicto entre accionistas y tenedores de bonos por hechos no relacionados a la actual administración de la empresas; por lo tanto, esta acción legal no altera la operación sin el proceso de reorganización judicial” en marcha.