El desafío de la pedagogía en nuestro país
Es por todos compartido que, para muchos jóvenes, la elección de una carrera universitaria es una decisión difícil y, a la vez, muy importante por el impacto que tiene en su futuro. Entre las diversas opciones de carreras profesionales disponibles, la pedagogía se presenta como una noble vocación para aquellos interesados en formar a las futuras generaciones. Es en este contexto que nos preguntamos ¿qué lleva a estos jóvenes a elegir una carrera de pedagogía? El estudio elaborado por el Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE), Elige Educar, y la Universidad de Magallanes: “Consideraciones y motivos que influyen en las decisiones de estudiar una carrera de pedagogía”, intenta responder a esta interrogante, ofreciendo interesantes conclusiones que merecen nuestra atención y reflexión, de las que destacamos tres.
La primera es que, tanto quienes se deciden por estudiar pedagogía como quienes optaron por no hacerlo coinciden en un factor que es determinante para su elección: la afinidad vocacional. Ambos grupos valoran el llamado interior que los impulsa hacia la enseñanza, el deseo genuino de educar y guiar a otros. Esta coincidencia nos revela que, a pesar de las múltiples opciones disponibles, la vocación sigue siendo un pilar fundamental en la elección de una carrera. Del estudio se desprende también que, tanto los futuros docentes como aquellos que deciden seguir otro camino, comparten una visión similar respecto de la labor docente: aquella que nos habla sobre la relevancia social de la profesión, el trabajo altamente exigente y que aporta una contribución significativa a la sociedad. Sin embargo, es preocupante que ambos grupos también concuerden en que dicha valoración es insuficiente y, a veces, no coherente con la importancia de su labor en la sociedad.
La segunda, se refiere a las motivaciones para ingresar o no a una carrera de pedagogía, destacándose las razones intrínsecas, aquellas vinculadas con el gusto personal y la afinidad vocacional. En este sentido, es gratificante ver que quienes optan por la docencia buscan hacer una contribución social significativa y tienen el deseo de impactar positivamente en la educación de las futuras generaciones. Estas motivaciones altruistas reflejan un compromiso genuino con el bienestar y desarrollo de nuestra sociedad. En cuanto a las motivaciones extrínsecas, los estudiantes que participaron en el estudio y que no eligieron la pedagogía mencionaron factores materiales como el sueldo, como una razón relevante que influyó en su elección. Es necesario que reflexionemos entonces sobre cómo podemos valorar adecuadamente la profesión de educador y proporcionar a los/las docentes el debido reconocimiento y condiciones acordes con su labor trascendental, entendiendo que la educación es la base de cualquier sociedad, y la posibilidad de alcanzar el desarrollo que anhelamos como país y región.
La tercera a considerar es que la importancia del apoyo familiar y la influencia de otros profesores en la decisión de estudiar pedagogía resultan ser factores que juegan un papel esencial en la determinación vocacional de los jóvenes. Por consiguiente, es fundamental que las familias y la sociedad en su conjunto reconozcan el valor del trabajo docente y apoyen a quienes eligen esta profesión.
En nuestro contexto local, la Universidad de Magallanes y, particularmente, el Departamento de Educación y Humanidades desarrolla un servicio de suma importancia en la formación inicial de profesores. Nuestra institución ha demostrado, a lo largo de los años, un compromiso destacado en la preparación de futuros docentes, impulsando programas de calidad que fomentan la vocación y la excelencia educativa, que respondan al ambiente altamente desafiante que enfrentarán los futuros docentes en Magallanes, caracterizado por particularidades geográficas, climáticas y culturales propias de la región. En efecto, estas circunstancias, sumadas a la constante evolución tecnológica y las necesidades educativas cambiantes, demandarán profesionales altamente preparados y comprometidos con su labor.
En síntesis, la pedagogía se mantiene como una profesión con un potencial significativo para impactar positivamente en nuestra sociedad. La vocación y el deseo de contribuir al desarrollo de las nuevas generaciones son el motor que impulsa a muchos jóvenes hacia esta noble profesión. No obstante, para fortalecer la formación docente y atraer a los mejores talentos, es necesario abordar aspectos claves, como la valoración social, las condiciones laborales y la formación adecuada.
Desde nuestro rol como institución formadora en la región, hacemos una invitación a la comunidad educativa en general, a las autoridades y a la sociedad, a reflexionar sobre el rol crucial que desempeñan los/las docentes en el futuro de nuestro país, y en particular, en Magallanes. Creemos que es urgente reconocer su valiosa labor, proporcionarles el apoyo necesario y trabajar juntos para construir una sociedad más justa y equitativa, basada en una educación de calidad que forme ciudadanos comprometidos y preparados para enfrentar los desafíos del siglo XXI. Sólo así podremos alcanzar el verdadero desarrollo y progreso que anhelamos para nuestra nación.
Finalmente, queremos agradecer especialmente a los autores de este estudio, y en particular a doctor Alvaro González, quien, en su momento, como académico del Departamento de Educación y Humanidades, entregó una valiosa contribución en este trabajo, el que nos ayuda al entendimiento de esta importante temática.