“Los buques prefieren amarrar en otros puertos, fuera de Chile, donde los atienden más rápido”
Desde abril de este año el magallánico Alejandro Etcheverry Arentsen ocupa el cargo de primer director nacional de la Cámara Aduanera de Chile. En la historia rectora de la institución, es el primer agente aduanero que proviene de una región extrema. Lleva una década ejerciendo dicha función en Punta Arenas, aunque tiene un cuarto de siglo en el rubro.
El presidente nacional de la Cámara Aduanera, Felipe Serrano Solar, visitó recientemente la zona, donde sostuvo una serie de reuniones con autoridades y servicios ligados a su quehacer.
La entidad agrupa a los agentes de Aduana, encargados de hacer los trámites de importación y exportación, siendo en el fondo quienes mueven gran parte de la tributación del país.
En la actualidad la Cámara tiene presencia en todo el país, por lo que la visita de su presidente a Punta Arenas, fue calificada de muy importante porque es la forma en que su mandamás pueda empatizar con la realidad que vive la región en esta materia, de modo de buscar soluciones para que el comercio fluya.
En este contexto, Felipe Serrano comienza explicando que a nivel nacional son 189 empresas socias, de las cuales 30 corresponden exclusivamente a mujeres, integradas por especialistas y técnicos en materias de comercio y logística.
En su visita a Magallanes se empapó de la salida de cargas desde el extremo sur, las demoras y problemáticas que tienen, de modo de hacer un levantamiento a nivel central con miras a buscar soluciones, aportando a la mejoría, sobre todo en cuanto a los tiempos de traslado y también con los cambios de personas que ocurre en todo ámbito de cosas.
Destacó los avances en la modernización del sistema aduanero, dejando atrás lo manual para dar el gran salto a lo computacional, aunque hay certificaciones agrícolas y pesqueras que experimentan demoras en sus revisiones, respecto de las cuales es menester imprimirle eficiencia.
Como región extrema, Serrano admite que su principal particularidad es la distancia, recordando al respecto que tiempo atrás Magallanes era puerto obligado para naves de turismo y pesqueras, cuyo tráfico disminuyó a causa de una tramitación aduanera engorrosa, siendo optimista de que esto pueda revertirse porque así generará una mayor mano de obra para la zona, inyectando muchos millones de dólares por este concepto.
“En este escenario, los buques prefieren amarrar en otros puertos, fuera de Chile, donde los atienden más rápido y no tienen complicaciones. No se trata de impuestos, sino que de trámites”.
Consultado por soluciones en esta materia, el directivo es optimista, señalando que el gobierno no sólo necesita leyes, sino que también moverse. “Se trata de voluntades, de entender cómo mejoramos la economía, de todo lo que esté lento, cómo mejorarlo”.
El camino hoy es juntarse lo público y privado para buscar soluciones, “eso ha resultado en otros países”, complementa.
Reitera que todo pasa por voluntades, al sostener que las leyes están, pero le dan una interpretación distinta.