Necrológicas

¡Salvemos el spanish!

Por Jorge Abasolo Jueves 21 de Septiembre del 2023

Compartir esta noticia
97
Visitas

Desde que las insignias se llaman pins, las comidas frías lunchs y los repartos de cine castings, Chile ya no es lo mismo. Parece que quedamos demodé. Durante harto tiempo los chilenos estuvimos hablando en prosa sin enterarnos. Y lo que es peor, sin darnos cuenta de lo atrasados que estábamos.

Los jóvenes leían revistas en vez de comics, los estudiantes se iban de huelga y nunca de lock-out. Los lolos hacían fiestas en vez de parties, los estudiantes pegábamos posters creyendo que eran carteles, los empresarios hacían negocios en vez de business, y buscaban socios para emprender una empresa, sin imaginar que estaban incursionando en joint ventures. A su vez, los obreros sacaban la fiambrera al mediodía en vez del tupper-ware.

Mientras estudiaba en el Liceo de Hombres de Angol, el pelado Malig nos hacía practicar aerobics, pero yo en mi ignorancia estaba convencido que hacía gimnasia. En todo caso, creo que de haber sabido la diferencia, el rendimiento hubiese sido el mismo.

Seguramente usted, amigo lector, para leer esta crónica ha tenido que hacer un break (descanso) en medio de muchos papers (papeles). O tal vez sea usted un free lance (trabajo por cuenta propia) y lo esté leyendo mientras husmea en el kitchenette (cocina americana) analizando el background (trasfondo) de su part-time (trabajo de mediodía) mientras su señora se hace el brushing (secado capilar con cepillo) para mejorar el look (aspecto) en ese shopping (centro comercial) que queda al lado de su pub (confitería nocturana) predilecta.   

Y no se queje de los gastos, pues mal que mal, ella escogió un outlet (local de venta de segunda mano) y pagó cash (dinero en efectivo). A la hora que se hace un lifting (estiramiento de piel)  para quedar como teenager (adolescente) usted habría quedado KO (fuera de combate) y alejado del jet set (grupo exclusivo de amigos) y hubiera tenido que vender hasta la pick-up (furgoneta)  y verse obligado a dejar el personal trainer (entrenador personal).

Obviamente, hubiese sido todo muy kitsch (de mal gusto o extravagante) aunque nunca tanto, pues es lo fashion (usanza, en boga).

Si le gustó esta crónica, quiere decir que usted le ha dado el visto bueno. O sea, el O.K. correspondiente. Me alegro por ello.

Será entonces, hasta el próximo thursday…o sea, jueves.

Pin It on Pinterest

Pin It on Pinterest