Rubén Calvo: más allá de la cancha
Justo el 19 de septiembre, Día de las Glorias del Ejército de Chile, falleció de manera muy inesperada, el querido suboficial mayor (r), que ejerciera un trabajo brillante e incansable en el Regimiento Pudeto. También fue una figura destacada en el balompié magallánico.
Por Vladimiro Mimica Cárcamo
El tiempo que corre raudo y el calendario que no perdona, nos indica que estamos ingresando a la última semana de septiembre, septiembre el mes de la Patria, con dolores, alegrías y esperanzas. Justo el día 19, día de las Glorias del Ejército Chileno, cuando estoy cierto, se disponía a ver una nueva gran Parada Militar frente al televisor, falleció de manera muy inesperada, el suboficial mayor de nuestro Ejército, que ejerciera un trabajo brillante e incansable en el regimiento más importante de la ciudad, como lo fue el Regimiento de Infantería Reforzado Motorizado, Nº10 Pudeto. Fallecía cuando también nos saludaba la primavera, Rubén Calvo Martínez, el mismo que el día anterior, en su calidad de presidente de la organización que agrupa a sus ex camaradas de armas, había tributado, sin saberlo, su último homenaje a la Patria y a las autoridades de turno, pasando a tranco firme frente al asta monumental de nuestra Plaza de Armas.
Rubén Calvo fue mucho más que un destacado soldado, porque lo fue, incluso sirviendo en el campo diplomático en Centroamérica.
Fue un crack insustituible, por 15 años en nuestra Selección de fútbol de Punta Arenas, iniciando esa impecable trayectoria en el Audax Italiano, para luego proseguirla con éxitos rutilantes en el Regimiento Pudeto, junto a quienes supieron marcar hitos históricos defendiendo la tienda militar como: Augusto “Lágrima” Ulloa, Ojeda, Vega, Muñoz España, Alberto Cremaschi, Risco, Octavio Díaz, Aguilar, Latorre y tantos otros que hicieron historia.
Como escribiera en otros tiempos nuestro recordado Olegario Gómez, Rubén fue un crack de “pechera blanca”. Conformó en selecciones de Punta Arenas delanteras memorables como, la que integrara por años con Hugo Schwazenberg – Osvaldo Oyarzún – Juan Yudikis – Chicho Segovia y el propio Rubén Calvo.
O’Higgins con Jorge Robledo, Juvenal Soto y el argentino Rodríguez a la cabeza. El Audax de Torres Yory, Ramiro Cortez y Escobar. El Santiago Morning de “Chita” Cruz, Adán Godoy, Isaac “Marinero” Carrasco o el “Pajarito” Leiva. Todos ellos nombres ilustres en el fútbol chileno, supieron de la categoría de estas selecciones magallánicas dirigidas en aquel entonces por nuestro querido Lucho Miller.
Injusto sería no recordar a otros históricos compañeros de Rubén. Ernesto “Cotrotro” Córdova o Alberto “Flaco” Guzmán, los arqueros. A Luis Soto, Humberto Segovia, el “Zorzal” González, Carlos Pérez o Lautaro González. No se pueden escapar de esta catarata de recuerdos, el gran capitán Francisco Téllez, como Pedro Cuevas, Ramón Igarzábal, el “Toto” Ríspoli, Pepe Segovia, el “Pelé” López, los hermanos Márquez, todos y otros, como Telchi, Gallardo o Carlos Selke, todos integrantes de una generación que hizo huella en el fútbol de la Patagonia.
Más allá de
la cancha
Pero Rubén Calvo fue más allá de la cancha. Fue un ser humano que en cada paso de la vida le hizo honor a la amistad, que entendió desde la cuna lo que significaban conceptos tan profundos como la solidaridad, que respetó siempre, aún en las diferencias y que se demostró de manera elocuente dando muestras de su grandeza, en los momentos más difíciles y apremiantes de nuestra historia política y social. En lo personal, marcado a fuego quedan sus gestos inconmensurables en el Estadio Nacional donde era yo detenido político y luego en mi exilio en la República Argentina. Supe a flor de piel lo que para Rubén significaba la amistad desarrollada tan intensamente desde los albores de nuestras vidas. Junto a Edmundo Cortés fue de los primeros en concurrir al llamado que hiciéramos para constituir la Organización de los Antiguos Deportistas, junto también, a Carlos Selke, Eleodoro Andrade, Manolo de la Torre, Enrique Cárcamo hoy presidente de una organización social deportiva cada vez más robusta. A mis viejos amigos de esta agrupación de tan nobles esfuerzos, respetuosamente, a través de estas líneas propongo que desde la próxima primera reunión esta agrupación lleve el nombre de este gran líder deportivo llamado Rubén Calvo Martínez.
Quiero finalmente expresar mis sentimientos más profundos por la partida de un hombre tan íntegro, de grandes valores, a lo que nuestra sociedad hoy necesita de manera imperiosa, para juntos, construir una patria mejor. Me quedé esperando un nuevo abrazo, el último se produjo cuando llegamos a la región con el ministro Jaime Pizarro y donde tuvimos el gusto de compartir con las glorias deportivas de la región de Magallanes, hombres y mujeres cuyos nombres están plenamente vigentes en el recuerdo de quienes tuvimos la oportunidad de emocionarnos con cada una de sus hazañas deportivas. En la ocasión y tras el abrazo con Rubén Calvo, acordamos que el próximo encuentro sería en Santiago, para compartir una de las muchas jornadas que nos brindarán los próximos Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Santiago 2023.
Gracias querido Rubén, gracias por tanto, tu legado será recogido por las generaciones nuevas, para como tú lo hiciste, seguir sembrando en el surco fértil de las buenas personas.