“Está traumatizado”: las escuelas de Estados Unidos que golpean dejando más que moretones a niños y no es ilegal
A uno de los estudiantes lo golpearon reiteradamente en los glúteos “por no hacerle caso al profesor”. Otra, terminó con un dedo fracturado, por evitar los golpes.
A Kayla Brady no le informaron del mal comportamiento de su hijo y menos que recibiría un castigo físico por este. Ellos, viven en el circuito de comunidades con escuelas de EEUU que golpean a los estudiantes, sin consecuencias legales por esta práctica.
El periódico The Washington Post realizó una investigación de los estados de la nación norteamericana, donde se ejecutan castigos corporales a fin de volver a la calma al que no se ajusta a las normas.
La situación no fue bien recibida por los padres de algunos chicos afectados. Asimismo, psicólogos y otros expertos en comportamiento humano también criticaron la técnica que en otros países ya quedó en el pasado.
Sin embargo, los testimonios permitirían visibilizar la situación y evitar que los golpes causen daños irreversibles en el desarrollo psíquico de los estudiantes golpeados por maestros y hasta directores de escuelas.
De los golpes y
moretones, al trauma
La residente de una zona rural de Mississippi, Kayla Brady, recuerda perfectamente el día en el que su hijo llegó a casa, lastimado en sus glúteos.
Más temprano, en su escuela, recibió una paliza-literal-a manos del director del establecimiento educativo, quien lo golpeó con una paleta y de forma reiterada.
El niño, que en ese entonces cursaba quinto básico, le dijo a su madre que lo habían golpeado por “no hacerle caso al profesor”. La mujer, en tanto, aseguró al medio estadounidense que nunca le informaron, ni del mal comportamiento de su hijo, ni del escarmiento al respecto.
Con el tiempo, vio como los golpes se transformaron en moretones color violeta, comprendiendo de esa forma la fuerza con la que fue golpeado.
Por las noches, el niño, de unos diez años, le pedía a su madre que pusiera varios cerrojos a la puerta principal. No dormía por las noches y mencionaba que el director podría llegar a pegarle a su propia casa.
Con los años, ya vuelto un adolescente, este dejó la escuela primaria donde sucedieron los hechos. No obstante, su madre aseguró que cuando ve al director en algún Walmart o en otro establecimiento de la zona, prefiere salir del lugar: “Está traumatizado”, sostiene.
En su momento, Brady, madre soltera, acudió a la policía para poner la respectiva denuncia con la evidencia del daño corporal a su hijo. El psíquico, requería otro tipo de intervención.
Sin embargo, se llevó una sorpresa cuando los oficiales le explicaron que no podían hacer nada, ya que se encontraban en uno de los estados donde es permitido golpear a los niños en las escuelas, si estos no obedecen a los profesores. La mujer interpuso de todos modos una demanda, pero la perdió.
Una práctica
en 15 estados
En el caso de los Brady, el daño físico se extendió a uno psicoemocional, sin que las autoridades estuvieran de su lado, debido a que no es ilegal que los docentes golpeen a niños y niñas por “mal comportamiento”.
El caso de Mississippi, los niños afroamericanos tienen el doble de posibilidades de ser golpeados, pero cabe aclarar que el hijo de Kayla no lo es.
En ese estado, se concentran la mayor parte de las denuncias por castigos físicos en las escuelas. En el año 2022, se interpusieron más de 600 denuncias sólo en el condado de Scott, un distrito escolar del centro de Mississippi con 4.000 estudiantes.
Pero la práctica se extiende a 15 estados de la Unión Americana. No obstante, otros medios, como Univisión, aseguraron en 2021, que era en 19 centros de estudio: Mississippi, Texas, Alabama, Arkansas, Georgia, Oklahoma, Tennessee, Missouri, Louisiana, Florida, Kentucky, Indiana, Arizona, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Colorado, Idaho, Kansas y Wyoming.
De acuerdo o no, los padres reciben noticias de los golpes propinados por docentes o directores a sus hijos, cuando estos han transgredido la norma, durante la jornada escolar. Cabe mencionar que el 90% de las escuelas estadounidenses no infligen golpes como castigo.
Valerie Bell, en Cleveland, contó que nunca dio consentimiento para que golpearan a su hija pequeña, quien estaba hablando en clases. Otros padres lo dan, sabiendo que si no lo hacen sus hijos son enviados a casa.
Sin embargo, la estudiante, quien no aceptó el castigo, puso sus manos en sus glúteos, para evitar los golpes, pero varios de sus dedos se llevaron la peor parte, según constataron en la clínica.
“Estaban negros y azules, en la sala de emergencias dijeron que los dedos hinchados de la niña de 8 años estaban torcidos y uno estaba levemente fracturado”. Fue necesario que le colocaran un aparato para volverlos al lugar y un vendaje.
¿Por qué infracciones
son golpeados los
niños en algunas
escuelas de EE.UU?
Para nadie es un secreto que como docente, inspector, director, psicólogo educacional, u otro miembro cercano a las aulas de clases, resulta a veces difícil controlar el comportamiento de estudiantes, sobre todo en etapas del ciclo vital donde muestran más inquietud y se encuentran afines a sus pares en la escuela.
Sin embargo, en las escuelas de EE.UU. que golpean a los estudiantes que no se ciñen a las normas, no se trata de ciclo vital, psicología evolutiva o más.
Las infracciones que se pagan con el dolor físico son las siguientes, según The Washington Post: “Hablar demasiado, interrumpir la clase, romper las reglas, llegar tarde”.
En algunas zonas escolares de Mississippi aclaran que cuando otras medidas de persuasión fracasan para establecer el orden, castigar físicamente a algunos alumnos se vuelve la herramienta alternativa.
Cuando se va a disciplinar a golpes a un niño o niña, quienes tienen a cargo alzar su mano contra estos, deben contar con un testigo, adulto y miembro de la comunidad escolar y el ejecutor debe ser “razonable”, no malicioso ni vengativo.
Posibles daños
psicológicos
La psiquis del ser humano es diversa. La fortaleza yoica, tanto por factores ambientales, como genéticos, permiten que algunos resistan eventos vitales o traumas que hacen mella en otros, debido a que no cuentan con la misma resiliencia o mecanismos para afrontarlos.
La Universidad de Buenos Aires, sostiene que con esta, se es capaz de “neutralizar las ansiedades mediante diversas modalidades de manejo de conflicto, creados entre condiciones de realidad, impulsos y prohibiciones, restableciendo el equilibrio psíquico, eliminando una fuente de peligro y tensión”.
Sin embargo, como es imposible prever quienes forman parte de un grupo y otro, es que hay expertos que intervienen advirtiendo las implicaciones de golpear a los niños y niñas, afectando su normal desarrollo vital, entre estos, figuran la Academia Estadounidense de Psiquiatría Infantil y Adolescente, la Academia Estadounidense de Pediatría y la Asociación Estadounidense de Psicología.
Los efectos a largo plazo de haber
sido golpeado por tus padres
Se suman investigaciones recientes, que aseguran: “Los adultos que fueron azotados cuando eran niños exhibieron un comportamiento más antisocial y tenían más problemas de salud mental”. Se trata del estudio en el que figura como autora, Elizabeth Gershoff, docente de la Universidad de Texas (Austin) que indaga el castigo corporal.
El trabajo de Gershoff y sus colegas investigadores arrojó otros hallazgos importantes, ya que encontraron una correlación entre los azotes repetitivos con depresión, intentos de suicidio, consumo de alcohol (moderado o excesivo) y el uso o abuso de drogas en los jóvenes que pasaron por los golpes como una forma de educarlos.
Por Paola Alemán
BioBíoChile