Por angas o por mangas
En cuanto al proceso constitucional ya vamos para los cuatro años, lo cual sin duda nos ha traído una serie de consecuencias e inconvenientes, entre los cuales, el no poder crecer como economía y las incertidumbres involucradas, se llevan la pole position. Alguien podría decir que ha sido movida la cosa y uno que otro dirá que ha sido entretenido. La sociedad política con sus decisiones de dulce y de agraz, han enfrentado la situación, por angas o por mangas, buscando no zozobrar en el intento, al parecer hasta el momento estarían aproximándose al final del túnel. Es de esperar que no se agarren a cabezazos ni a combos antes de llegar a la meta.
Nos hemos ido a los bandazos, primero nos inclinamos a la izquierda con la Convención y posteriormente en este segundo intento nos cargamos a la derecha, pareciera que hemos ido avanzando por aproximaciones sucesivas y si es así, debiéramos poder llegar a un eje central que deje, menos descontentos y una mayoría importante conforme. En esta etapa final en que se debiera apuntar a llegar a un acuerdo mayoritario, sería de gran utilidad el poder cambiar el dicho, “en el pedir no hay engaño” por este otro, que bien nos podría augurar un mejor resultado, en “el pedir con confianza y generosidad” está el acierto.
Hay que dejar atrás el inclinarse en materia electoral, pensando en el plebiscito, por ejemplo, donde el votar En contra, sea porque la lleva o refleja el malestar ciudadano. De una vez por todas debiera surgir alguna fuerza propositiva masiva, idealmente una alianza transversal que se juegue por un horizonte común compartido y defienda aquello frente al azar de las identidades particulares que se alinearán siempre tras un voto en contra de todo, como lo es hoy en día no sólo en el país y con las facilidades que entregan las redes sociales. Como buscando ganar en una apuesta como las que ocurren en las carreras de caballos o en el póquer. Esto se trata de aprobar una Constitución para administrar un país, no de ganar en las apuestas y achuntarle al premio gordo, aunque sea con una terminación. Tenemos un país que hay que encauzar y proyectar hacia el futuro y eso se hace con liderazgo y aunando voluntades, incluso a veces defendiendo aspectos complejos o difíciles pero que son necesarios para el desarrollo de una nación.
Es muy probable que en esta oportunidad, para algunos, les sirva como su primaria dada la relevancia del peso electoral que recibieron con el importante número de consejeros elegidos. Asimismo y complementariamente, se estará jugando el donde se ubicará el fiel de la balanza entre la centro izquierda y la izquierda, dependiendo de cómo se ordenen las huestes por el “A favor” o el “En contra”. Lo cual sin duda también influirá en quienes serán las candidaturas presidenciales finales, las que pasen a la segunda vuelta, si son uno y uno o son dos cargados a alguno de los dos lados, lo más probable de la derecha por lo que señalan en estos días las encuestas.
Es importante que los actores políticos principales que están protagonizando este momento constitucional clave, sepan estar a la altura y puedan sacar adelante la tarea que el país les ha encomendado. Y en esto, nunca está demás recordar lo expresado por Radomiro Tomic en carta a Carlos Prats del 25 de agosto de 1973, reflejando el duro, confuso y polarizado momento que vivía Chile, “unos más y otros menos, entre todos estamos empujando a la democracia chilena al matadero”.