Presupuesto de la Nación, política y otras hierbas
Un “conspicuo” senador señaló que “la discusión presupuestaria tendrá ejes claves en materia de resguardar que los recursos asignados se gasten en los temas indicados y analizar de donde provendrán los dineros en un escenario de poco crecimiento económico”(29 septiembre 2023). Bien. Pero desde el punto de vista de la rigurosidad de las observaciones, claramente el Senador entrega una visión ambigua, pobre e insignificante respecto de lo que podrían ser los ejes de la discusión presupuestaria. Un presupuesto no puede y no debe contener los “presupuestos” de control presupuestario, pues eso corresponde a otra área específica, la cuestión pertinente es el presupuesto y eso necesita de un análisis de “presupuesto” técnico, exento de juicios de valor y de tergiversaciones políticas.
Por ejemplo, el gobierno dice que el presupuesto se ha construido “en línea con un balance cíclicamente ajustado de -1,9%. Pues bien, un balance cíclicamente ajustado equivale a conversar sobre un Balance Estructural, el cual está definido como una estimación del balance financiero si la economía está ubicada en su nivel de tendencia, lo que implica excluir el efecto de las fluctuaciones cíclicas de la actividad económica, como por ejemplo en nuestro país el precio del cobre que es un ingreso relevante, u otros factores de similar naturaleza sobre los ingresos y gastos del gobierno central. Adicionalmente, el presupuesto presentado indica que propende a lograr un objetivo de mantener una deuda pública por debajo de un 45% del PIB. ¿Qué implica esto?; Propone que las pretensiones del presupuesto son de disminuir esa deuda, que en 2022 alcanzó el 37,98% del PIB de Chile, representando una subida de 1,68 puntos respecto a 2021, en el que la deuda fue el 36,3% del PIB. Entonces, ofrecer que no se supere el 45%, es razonable en su construcción.
Presupuesto es una planificación financiera que permite visualizar los ingresos y gastos proyectados para un periodo de tiempo, en este caso anual, lo que permite dimensionar el flujo de dinero. Por tanto cualquier otra consideración cualitativa u opinión respecto del presupuesto está invalidada por definición. Una opinión referida o en alusión a alguna tendencia del ente que elabora el presupuesto, es necesariamente invalidada por el asunto en discusión. El sistema de control imperante, es inoficioso ante autoridades presupuestarias e inconducente a mejorar el presupuesto. La discusión presupuestaria en el Congreso debe limitarse a cuestiones técnicas, y ahora los congresistas tienen la oportunidad de justificar los gastos en asesores. Una discusión presupuestaria de la Nación no puede iniciarse con una declaración del Presidente del Senado hablando de otra cosa, que por cierto le puede traer algunos réditos políticos. La discusión presupuestaria de la Nación debe y tiene que tener a lo menos la asesoría de quienes saben de presupuesto, no de los que saben de política, poder y otras hierbas.