El impacto psicológico del cautiverio en los niños secuestrados por Hamás
“Era una niña normal, feliz y ruidosa, pero ahora susurra, movía los labios sin volumen o incluso sin aire”, dijo Thomas Hand.
“Se ha acostumbrado a hablar así durante los últimos 50 días y ahora supongo que no puede parar”, dijo, añadiendo que ahora hará “lo que sea necesario” para ayudarla a recuperarse.
La ciudadana irlandés-israelí Emily estaba durmiendo en la casa de un amigo en el kibutz de Beeri cuando militantes de Hamás irrumpieron en el complejo y la tomaron como rehén el 7 de octubre.
Emily, cuya madre murió de cáncer cuando ella tenía apenas dos años y medio, inicialmente fue dada como muerta, antes de saberse que estaba entre los rehenes.
En la entrevista al The Sun, su padre afirma que Hamás la trasladaba de un refugio a otro constantemente para escapar del Ejército israelí.
Hand dijo al periódico que estaba “obviamente extremadamente feliz y agradecido” por haber sido devuelta, y agregó que no había sufrido abusos en cautiverio pero que había perdido peso.
Reveló que lo primero que la niña quiso hacer después de que se reunieran fue ver un video de la estrella del pop Beyoncé.
Emily fue liberada como parte de un acuerdo de liberación de rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos durante una tregua actual en el conflicto.
En medio de la alegría, no obstante, Tom Hand no olvidó a quienes todavía siguen en manos del grupo terrorista. “Estamos felices de poder abrazar de nuevo a Emily”, dijo entonces, “pero al mismo tiempo recordamos a todos los rehenes que aún no han regresado a casa. Seguiremos haciendo todo lo que esté en nuestro poder para traerlos a casa”.
Impacto psicológico duradero
Las declaraciones del padre de Hand son un nuevo testimonio del impacto duradero del cautiverio en los niños.
La doctora Galit Livni, jefa del departamento de pediatría del Hospital Infantil Schneider, que recibió a varios rehenes, dijo que pese a que el estado físico de los niños era bueno, “los signos de su tiempo de cautiverio son evidentes”.
“No tienen ninguna enfermedad grave, pero se puede ver en su estado general y también en su estado nutricional que durante el tiempo que estuvieron allí no siempre estuvieron sanos. Desde este punto de vista, el hecho de que estén controlados por un dietista es extremadamente importante”, dijo.
Pero más allá del estado físico de los rehenes, las cuestiones más inquietantes tienen que ver con el impacto psicológico que su experiencia tendrá en el resto de sus vidas.
“Aún no sabemos cuál será el efecto (psicológico) más adelante. De momento, están al cuidado de los equipos (médicos) y los terapeutas de salud mental”, dijo la doctora a Haaretz.
El testimonio de Hand se suma a otro que se conoció en las últimas horas, el de Eitan Yahalomi, un niño de 12 años también recientemente liberado de su cautiverio en Gaza.
La tía del niño, Devora Cohen, contó a la televisión francesa que los terroristas le obligaron a ver videos de las atrocidades que llevaron a cabo el 7 de octubre y que cada vez que un niño cautivo lloraba “los amenazaban con rifles para que se callaran”.
En declaraciones a BFM, Cohen dijo que “los terroristas de Hamás lo obligaron a ver películas de los horrores, de esas que nadie quiere ver, lo obligaron a verlas”.
Dijo que los miembros de Hamás eran “monstruos”.
“Cuando llegó a Gaza, todos los residentes, todos, le pegaban. Es un niño de 12 años”, dijo.
Israel dice que unas 240 personas fueron capturadas en el ataque de Hamas del 7 de octubre, que mató a 1.200, la mayoría de ellos civiles.
El Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás, dice que una posterior campaña aérea y terrestre israelí en el territorio ha matado a casi 15.000 personas.
Infobae