Los cuentos “gemelos” de Julio Cortázar y Adolfo Bioy Casares.
Una de las tantas curiosidades o coincidencias en la literatura universal -estamos hablando de dos escritores argentinos con merecimientos a ese nivel- son los cuentos “La Puerta condenada” y “Un viaje o El mago inmortal”. El primero pertenece a Julio Cortázar (1914-1984) quien lo incluyó en “Final del juego” (1956). El segundo; “Un viaje o El mago inmortal” de Adolfo Bioy Casares (1914-1999) forma parte de “El lado de la sombra” (1962).
Aclaremos desde ya que el término “gemelos” lo tomamos de la escritora y crítica literaria Vlady Kociancich (1941-2022) quien lo usa en su artículo “Historia de dos cuentos” (1994) en el cual aborda, como tantas y tantos otros, el misterio de Cortázar-Bioy Casares.
Los lectores más avezados, los entendidos y algunos críticos concluyen: los cuentos son iguales y en casos como este, muchos tratan de develar quien copió a quien e incluso, que opinarían al respecto plagiador y plagiado.
Las primeras pistas de la similitud entre los cuentos están en el protagonista principal y el escenario. En los dos relatos se trata de hombres de negocios que residen en Buenos Aires y van por algunos días a Montevideo. Ambos tienen como destino el Hotel Cervantes, no obstante, uno de ellos llega al Hotel Alhambra por equivocación del taxista y luego por falta de cuartos en éste, decide trasladarse al Nogaró.
Durante el día los protagonistas se dedican a lo suyo, con cierto tedio en los ratos libres que les dejan sus actividades, como también en los momentos que pasan en sus oscuras habitaciones, pues en ninguno de los dos casos éstas tienen ventanas a la calle.
Pero la coincidencia no sólo está en los detalles, sino en el argumento central de los cuentos: un huésped que no puede dormir por las voces o sonidos que provienen de la habitación contigua.
En el caso de Cortázar es el llanto de un niño y las súplicas de la madre que intenta tranquilizarlo. Narrado en tercera persona con breves diálogos intercalados expone las peripecias de Petrone, a quien le aseguran que en dicha habitación aloja una mujer sola, lo cual torna en inverosímil el reclamo que hace a la gerencia del hotel. La historia termina la segunda noche, cuando Petrone acercándose a la puerta clausurada que comunica las habitaciones, emite un quejido similar a los que venía escuchando, ello hace que la huésped vecina -aterrada- abandone definitivamente el hotel.
Por su parte, Bioy Casares en una narración en primera persona nos comparte los entretelones de la única noche del protagonista (sin nombre) en el Hotel Nogaró. Este no puede conciliar el sueño a raíz de los sonidos que provienen de la pieza vecina, atribuibles a una pareja en afanes amatorios. A la mañana siguiente espera ansioso en el pasillo para conocer a la mujer, sólo vio “Un anciano (Merlín) diminuto, flaco y gris, imberbe de puro viejo, que representaba mil años y estaba completamente solo”. No conforme con ello, recorrió la habitación sin encontrar a persona alguna.
En estas dos obras podemos apreciar entonces, la presencia y coincidencia de los elementos fantásticos, mágicos y disparatados de las literaturas de estos grandes escritores, conjuntamente con la excelencia de estilo que los caracterizó.
Los autores de los cuentos “gemelos” se profesaban mutua admiración, amistad y afecto, no obstante, se vieron en pocas oportunidades -una de ellas en 1973- en casa de Bioy en Buenos Aires. Kociancich (2008) apunta: “Con respecto a los cuentos gemelos, (Cortázar) me comentó que la noche anterior había cenado con Bioy y que se habían divertido tratando de explicarse, sin éxito, las misteriosas coincidencias”.
Por su parte, Bioy apunta: “…con Cortázar nos pasó una cosa lindísima: los dos, yo en Buenos Aires y él en París, escribimos casi el mismo cuento (…) Fíjese que es casi el mismo cuento, sin embargo, no nos enojamos y nos sentimos muy felices porque esa coincidencia indicaba una afinidad entre dos amigos” (López, 2000).
Para simples lectores como nosotros, estos cuentos son prácticamente iguales y hasta ahí llegamos; a lo más nos aventuramos en una segunda o tercera lectura. Y eso sería, pues no estamos para análisis más técnicos, al tiempo que nos resulta imposible pensar que cualquiera de estos grandes escritores pudiera copiar al otro y entonces nos convencemos que la magia y las meras coincidencias existen.
BIBLIOGRAFIA
BIOY CASARES, ADOLFO. Obras Completas II, 2013.
CORTAZAR, JULIO. Cuentos Completos 1 (1945-1966) 2021.
KOCIANCICH, VLADY, 10-02-1994. “Cortázar y los vampiros”. Clarín, Buenos Aires, Argentina.
KOCIANCICH, VLADY, 30-08-2008. “Cortázar y los vampiros”. La Nación, Buenos Aires, Argentina.
LOPEZ, SERGIO. Palabra de Bioy. Conversaciones entre Adolfo Bioy Casares y Sergio López, 2000.
TOMASI, DIEGO. Cortázar por Buenos Aires, Buenos Aires por Cortázar, 2013.