Lucharon por casi 10 años para lograr la ansiada “casa propia” al norte de Porvenir
El viernes de la semana pasada les fueron entregadas las escrituras de dominio a 112 familias propietarias del mismo número de viviendas sociales del conjunto habitacional Lomas del Baquedano III, que fueron asignadas en diciembre de 2022 en el sector norte de Porvenir. Se trata de casas vecinas a las otras dos poblaciones del mismo nombre, cuyo conglomerado conforma hoy uno de los sectores más populosos de esta ciudad.
“Cuando llegamos al municipio en el 2021 nos encontramos con la construcción paralizada de esas viviendas. Logramos destrabar el tema y la empresa Salfa empezó a construir y se comprometió que al año siguiente iban a estar terminadas y así fue. En diciembre del 2022 se entregaron las viviendas”, recordó el alcalde Gabriel Parada. A su vez, valoró la entrega de los documentos de propiedad, señalándolo como “un momento muy significativo para los vecinos de Lomas III, que hoy están cristalizando con su escritura ser propietarios de esa vivienda, así que también se está cumpliendo un ciclo”.
El jefe comunal informó que el proceso de gestión de escrituras demoró casi 8 meses, tras la entrega de las viviendas. “Hoy se entrega este documento a las familias para tener propiedad del bien que recibieron por parte del Estado, así que estamos contentos porque vimos sus caras de felicidad como reales propietarios”, apuntó Parada.
Dirigente de propietarios
“Las escrituras nos habilitan como dueños de nuestras casas, tras el término de un largo proceso podemos disponer de ellas, ampliarlas, regularizar todas las iniciativas y lo más importante es tener la certeza jurídica de que esto ya es nuestro”, resumió el presidente la Agrupación de Propietarios de Lomas del Baquedano III, Pedro Guevara. Calificó de buenas las viviendas, con detalles menores como un cubrepisos delgado que se dañó rápido, pero terminaciones e instalación de servicios de alta calidad, a un año de ocupadas.
Recordó que fueron muchos años de lucha lograr la propiedad, ya que primero se formó la entidad de gestión y los subsidios se los entregaron en 2016, “unos 15 kilos menos de los que tengo ahora, mi hija iba en el liceo y hoy ya está estudiando, estuve pagando casi 10 años de arriendo, suma con la que pude pagar una casa. Hubo muchos problemas, quizás nos aceleramos porque algunas cosas pudimos hacerlas mejor y eso nos perjudicó, pero siempre con la intención de tener buenos resultados”, reseñó.




