Entre lágrimas camionero recuperó la libertad tras comprobarse que nunca ingresó con “droga zombie”
- “Yo nunca había tenido un problema con la justicia. Jamás estuve preso. Y ahora por un favor, sin querer hacer daño a nadie, me sucedió esto”, dijo a El Magallanes el chofer José Reinaldo D’amico Campos, tras recuperar su libertad en la jornada de ayer.
“Lo que reclamamos, desde el control de detención de mi cliente, era que ni siquiera se sabía el porcentaje en que estaba presente dicha sustancia y sin tener la cantidad se privó de libertad a una persona por un hecho que no era tal”, señaló el abogado defensor Ramón Ibáñez Alvarez.
La Fiscalía tuvo que desistirse y pedir una “audiencia express” para sacar lo antes posible de la cárcel a un camionero al que el Ministerio Público envió injustamente a cumplir prisión preventiva por un tráfico de Fentanilo, conocido como la “droga zombie”, opioide sintético que nunca fue.
Hasta ayer al mediodía, cuando logró salir de tribunales en libertad y estrecharse en un fuerte abrazo con su abogado defensor Ramón Ibáñez, estos 12 días fueron la peor pesadilla de su vida para José Reinaldo D’amico Campos, al punto de que incluso en un minuto pensó en hasta quitarse la vida de afligido que estaba, según dijo a El Magallanes.
El fiscal adjunto del Ministerio Público, Cristián Opazo, solicitó telefónicamente a la jueza Mónica Mancilla Barría la programación “en forma urgente de una audiencia de revisión de medidas cautelares”, respecto a esta persona.
De paso solicitó dejar sin efecto la orden de detención en contra de Jorge Sánchez Gallardo, mencionado el día en que formalizaron por contrabando al camionero, como el destinatario de los medicamentos que traía a Punta Arenas.
Camionero detenido
Hace 8 años que José D’amico Campos trae vehículos a Punta Arenas, procedentes de la Zona Franca de Iquique.
“Nunca en mi vida había tenido un problema con la justicia”, indicó ayer cuando abandonaba el centro de justicia.
Una y otra vez le preguntaba a su abogado si podía viajar enseguida a su natal ciudad. “Sólo quería tomar un avión y partir lo antes posible. Una forma que tenía de poder despertar de esta pesadilla”, dijo.
Cuando el 14 de enero, cerca de la medianoche llegó a la frontera de Monte Aymond (Integración Austral) jamás pensó que la “paleteada” que le hizo a un conocido terminaría en lo que terminó para él.
Una funcionaria del Sag comunicó a personal de Aduanas de turno en la avanzada que el chofer traía en el equipaje envases con medicamentos. Y otros más que encontraron en la cabina y debajo del asiento del conductor.
Lo dejaron retenido en la frontera hasta el día siguiente. Con más luz inspeccionaron el rodado exhaustivamente.
La mercancía sin declarar consistía en frascos “con aparentes medicinas de uso animal”, según consigna la querella que presentó el abogado del Servicio de Aduanas, Juan Rivas Parra.
Se pusieron en contacto con un funcionario de la unidad de drogas de la Aduana de Punta Arenas, quien sugirió “realizar prueba de campo a efectos de verificar la existencia de alguna sustancia sujeta a control de la ley 20.000”.
Las pruebas de campo arrojaron la existencia de 10 frascos de vidrio con líquido positivo para Fentanil. Y cinco con sustancia en polvo positivo para Ciclohexanon.
No eran droga
Finalmente las supuestas drogas que llevaron a dejar en prisión preventiva al camionero nunca fueron tal.
El mismo fiscal Opazo confirmó que pidió esta audiencia por “el principio de objetividad” ya que el día de la formalización se dijo que la sustancia que portaba el imputado estaba sujeta a la Ley 20.000.
“Sin embargo, por información recibida de forma preliminar por el Instituto de Salud Pública de Santiago se descartó la existencia de Fentanil, la sustancia más peligrosa”.
De todas formas la investigación sigue su curso, pero por el lado del eventual contrabando que pudo incurrir el imputado.
Defensor
Desde el primer día el abogado defensor alegó que los medicamentos eran de libre venta en Río Gallegos y que no correspondían a ninguna droga. Esto lo demostró ayer ante la jueza Mancilla con la copia de boletas de medicamentos, que son de libre venta en el país vecino.
“Lo que siempre reclamamos, desde el control de detención de mi cliente, era que ni siquiera se sabía el porcentaje en que estaba presente dicha sustancia. Entre tráfico y microtráfico es la cantidad y sin tener la cantidad se privó de libertad a una persona por un hecho que no era tal”.
A esto sumó la denostación pública que sufrió el camionero, “ya que al ser formalizado lo hacen ver culpable”.
Chofer
“Es un sentimiento de alegría, una alegría inmensa”, dijo a este medio José D’amico Campos, cuando salía de tribunales acompañado de su abogado particular. “Estuve preso sin haber cometido nada”, es lo que más lamenta.
Sobre los doce días que pasó en la cárcel, cerró los ojos antes de responder. “Fue una pesadilla. Incluso pensé que hoy (ayer) ya no iba a estar. Pensé darme cabezazos con la muralla porque ya no aguantaba más. Me quería morir. No quería estar más acá”.
“Yo nunca había tenido un problema con la justicia. Jamás estuve preso. Y ahora por un favor, sin querer hacer daño a nadie, me sucedió esto”.
“Llevo más de 20 años trabajando de camionero, viajando a Brasil, Paraguay, Bolivia. Y los últimos ocho años estoy viniendo a Punta Arenas, trayendo autos”.
“Lo único que quiero es volver con mi familia. Ojalá hoy mismo”, indicó.




