Corresponsabilidad y bienestar
El 8 de marzo de cada año se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Este año, Onu mujeres establece en su mensaje por la conmemoración que uno de los principales obstáculos para lograr la igualdad entre mujeres y hombres, es la falta de financiamiento de medidas destinadas a cumplir este objetivo. Entre las acciones que destacan se encuentra el lograr un desarrollo sostenible y una sociedad de cuidados indicando que: “el actual sistema económico exacerba la pobreza, la desigualdad y el deterioro medioambiental, afectando de manera desproporcionada a las mujeres y más aún aquellas que enfrentan múltiples discriminaciones. Los movimientos de mujeres que abogan por modelos alternativos proponen avanzar hacia una sociedad de los cuidados que preserve el medioambiente y la sostenibilidad de la vida, reconociendo los conocimientos de las mujeres indígenas que amplifiquen la voz de las mujeres y su rol protagónico en una economía que no acelere más aún el cambio climático, que no sea depredadora de los ecosistemas y permita un desarrollo sostenible. Financiar iniciativas de desarrollo local alternativo y a las organizaciones que hacen incidencia en torno a la justicia económica y climática que permitirá avanzar en soluciones concretas en el territorio y cambios de las reglas del juego del sistema a nivel nacional e internacional. Parte de esta justicia económica, está directamente vinculada con la corresponsabilidad, que implica reconocer que todas las personas somos parte activa en la construcción y mantenimiento del bienestar colectivo, lo que se manifiesta en diversos contextos, en el hogar compartiendo las responsabilidades domésticas y crianzas de los hijos e hijas de manera equitativa, fomentando así relaciones más igualitarias; en lo laboral promoviendo leyes y políticas que favorezcan el equilibrio entre la vida personal y profesional y en el ámbito comunitario donde todos y todas debemos participar activamente en la búsqueda de soluciones a los desafíos sociales.
En nuestro país los problemas de corresponsabilidad doméstica son graves y a la pregunta ¿Cuánto tiempo de vida dedicamos hombres y mujeres a quehaceres domésticos y labores de cuidado? Las mujeres dedicamos 16 años (esperanza de vida 82 años) y los hombres menos de la mitad del tiempo, sólo 7 años (esperanza de vida de 77 años). El 76% de las personas cuidadoras son mujeres y en el 89% de los hogares donde al menos hay un hombre, las mujeres realizan solas el trabajo doméstico no remunerado (Observatorio de datos y estadísticas de género e interseccionalidades).
Estas cifras evidencian que el reparto en tareas de crianza, cuidados, labores domésticas es tremendamente desigual ya que la responsabilidad no es compartida en partes iguales por las personas integrantes del hogar, sino que -basados en estereotipos y roles de género- se sigue asumiendo que estas tareas deben ser ejercidas por las mujeres, ya que, históricamente y de acuerdo a la división sexual del trabajo somos nosotras quienes debemos dedicarnos a los cuidados y tareas domésticas, entendiéndose que nos pertenecen por el solo hecho de ser mujeres, sin cuestionarnos como sociedad que esta creencia no tiene ningún fundamento científico ni biológico, ya que no es posible que se asocien ciertas labores solo por el hecho del sexo o género al cual pertenecen las personas.
La corresponsabilidad y el bienestar son dos caras de la misma moneda y resulta relevante avanzar en esta temática para lograr una sociedad más justa e igualitaria en donde cada persona pueda alcanzar su máximo potencial.