Entretiempo
Los partidos de fútbol, así como los de una buena parte de los deportes colectivos, tienen el denominado entretiempo, el también denominado “descanso”. En los procesos presidenciales y/o gubernamentales, no existe el entretiempo (ni menos el “descanso”), pero cuando una administración llega al 50 por ciento de su periodo, se le asocia a haber terminado un primer tiempo y que su cuenta regresiva comienza a contarse. Hoy 11 de marzo de 2024 el gobierno del Presidente Boric, cumple dos años desde que asumiera.
Claramente no ha sido para nada fácil, dar gobernabilidad, debido a las altas expectativas creadas y comprometidas, y por venir de dos fenómenos, como fueron la pandemia mundial del coronavirus, que sacudieron la salud, los hábitos y las finanzas de la gran mayoría y, por otro lado, por las altas expectativas que se crearon a partir del estallido social, revuelta o intento revolucionario de octubre de 2019, que luego llevó a dos intentos de tener una nueva Constitución, con sendos rechazos por parte del pueblo chileno. Ambos procesos con los extremos ideológicos queriendo llevarse la pelota, el banderín y la cancha para su casa.
Claramente no ha sido fácil ni lo será. Por otro lado, fenómenos inmigratorios provocados por dictaduras latinoamericanas y un completo desbande en el ingreso y salida de Chile han configurado un cóctel difícil de digerir. Narcotráfico, delito desatado, pusilanimidad institucional, relativismo de jueces y de actores políticos (de entre los cuales hasta hace muy poco estaba el propio Boric) configuran un escenario difícil y propicio para estos grupos y para el crimen organizado (“la estamos dando se diría en la calle”).
Volviendo a las analogías con el fútbol, los partidos se deciden y se ganan (o pierden) en los segundos tiempos. El entretiempo, es momento de ajuste de piezas, de recambios, de utilización de una nueva estrategia, de un cambio de actitud. En el ciclo presidencial, los hechos ocurridos en su primer tiempo son quizás más decidores, marcan con más fuerza, los tiempos posteriores que, lo que ocurre en una cancha, (como los malolientes casos “convenios”), pero la esperanza del pueblo chileno, es vivir en paz, como se decía y cantaba en octubre del “19”, el derecho de vivir en paz, la canción inmortalizada por Víctor Jara.
Y vivir en paz, es hoy día, un decidido combate, real y efectivo a la delincuencia y al crimen organizado, al “sicariato” y a que Chile se auto-respete y se haga respetar en el “barrio”. Y esto no quiere decir, andar de matón por el barrio, sino que al menos lograr tener control efectivo y absoluto de sus fronteras. Mucha gente se pregunta, ¿qué hacen los miles de efectivos de las Fuerzas Armadas, en especial del Ejército hoy en día dentro de sus cómodas y amplias instalaciones? ¿No será el momento que redefinan sus objetivos y tareas en conjunto con el Gobierno (y con el Estado todo)?.
¿Dónde está hoy día, el foco a defender y proteger?
Primera tarea para reordenar y controlar la disciplina y el orden interno, es tener control de las fronteras. Esto no tiene por qué significar, que quien requiera asilo político (como lo dice nuestra canción nacional) o quien quiera o necesite iniciar una nueva vida lo haga en nuestro país. Pero, lo haga con orden y apego a las normas que cada uno de nosotros debemos cumplir a cada momento. Ni siquiera se tiene certeza de quienes han ingresado o quienes han salido de Chile. Hoy los sicarios y delincuentes pueden entrar y salir de Chile, como “Pedro por su casa”.
Y por último, no sólo el orden y la seguridad es control de fronteras (que es lo más básico y de primer orden), sino que seguridad también alude a la Seguridad Social. Es esta, quizás la bandera más transversal que provocó el malestar de octubre de 2019, es decir que en Chile no se siga conjugando el maldito “Pago de Chile”, que significa el entrar con decencia a la vida pasiva, luego que los trabajadores y trabajadoras chilenas lo hacen por espacio de 40 o más años y en su vida de adultos mayores entran en su gran mayoría a la indigencia.
El gobierno del Presidente Boric, tiene en su segundo tiempo, la oportunidad de sacar adelante la Reforma Previsional, abandonando sus dogmas y logrando acuerdos que deben entrar en régimen lo antes posible. El viejo adagio “más vale pájaro en mano que cien volando” se hace patente, para que el gobierno y la oposición lleguen a un acuerdo, para mejorar “ya”, las pensiones de los trabajadores jubilados y los que estamos por jubilar en algunos pocos años.
Seguridad es una palabra, que conceptualiza no sólo el derecho a que se acaben los portonazos, balas locas, asesinatos por doquier, sino que seguridad es también el derecho a una vejez digna luego de haber contribuido al crecimiento de Chile. Pocos objetivos, pero contundentes, para lograr ganar el partido en el segundo tiempo.