Estudio del Banco Mundial muestra que la migración puede ser una oportunidad económica para Chile

Un reciente informe publicado por el Banco Mundial, titulado “¿Puede la migración beneficiar a Chile?: Desafíos y oportunidades”, destaca el potencial económico que la migración representa para Chile, especialmente enfocado en la población migrante venezolana. El estudio revela que, en promedio, los migrantes venezolanos son más “fiscalmente sostenibles” que los ciudadanos chilenos, y que un notable 85% de ellos desea permanecer en el país.

El análisis, iniciado en 2017, fue presentado al gobierno del expresidente Sebastián Piñera y continuó su desarrollo tras el cambio de gobierno. El Banco Mundial ha llevado a cabo investigaciones exhaustivas sobre la migración en Chile, incluida la Encuesta Nacional de Migración de 2022, evidenciando el impacto positivo de la migración en diversos ámbitos económicos.

En términos demográficos, el estudio destaca la contribución significativa de los migrantes al mercado laboral chileno, especialmente de aquellos en edad de trabajar. Con más de medio millón de migrantes venezolanos y 1,1 millones de extranjeros de otras nacionalidades, la población migrante ha aportado un 0,8% al PIB entre 2017 y 2023, con un total de 1,2 millones de personas económicamente activas.

El informe resalta que la juventud de la población migrante es un factor clave para el crecimiento económico, ya que la mayoría se encuentra en edad productiva. Esta situación contrasta con el envejecimiento acelerado de la población chilena, lo que crea un “bono demográfico” y oportunidades de desarrollo.

En el ámbito fiscal, el estudio muestra que los migrantes contribuyen más al Estado a través de impuestos que lo que reciben en beneficios sociales, lo que representa una ventaja económica para Chile. Específicamente, los migrantes venezolanos tienen una tasa de sostenibilidad fiscal de 1,63, mientras que la de otros migrantes es de 1,61, superando la tasa de los chilenos que es de 1,012.

El informe ofrece recomendaciones para el Estado chileno, como fortalecer la gestión migratoria y el registro biométrico, así como proporcionar apoyo específico a la población receptora y garantizar una distribución equitativa de los recursos para evitar la concentración de migrantes solo en las grandes ciudades. También se destaca la importancia de prestar atención a grupos vulnerables, como niños separados y personas mayores.