Sobreproducción de salmones y cumplimiento de la legislación

Recientemente, se denunció que se han registrado 11 casos de sobreproducción de salmones al interior de la Reserva Nacional Kawésqar, los que no han sido sancionados.

La industria salmonera tiene el deber de ceñirse a las disposiciones medioambientales y las sobreproducciones generan una legítima preocupación y alerta sobre su incidencia en la integridad de este importante ecosistema.

La falta de sanción de estas situaciones denunciadas, de las cuales cinco ya quedaron prescritas, es una señal alarmante de las falencias en el sistema de fiscalización y aplicación efectiva de la normativa.

Existe acuerdo nacional en que es clave resguardar el cumplimiento de la legislación medioambiental y en que se adopten las medidas correspondientes. De lo contrario, se estaría enviando un mensaje de impunidad y falta de responsabilidad ambiental.

La Reserva Nacional Kawésqar es un patrimonio natural invaluable que debe ser protegido y preservado para las futuras generaciones. Permitir la sobreproducción de salmones y/u otras transgresiones a la normativa en este entorno único contraviene los principios de conversación y sostenibilidad.

La industria responde señalando que se debe ser preciso en la entrega de la información y en la evaluación de los casos. Frente a esta denuncia, pormenorizó el número de fiscalizaciones que han tenido desde 2013, cuáles han derivado en procesos sancionatorios, qué número de éstos están en curso, en programa de cumplimiento o término de esto.

Considerando el bien patrimonial y el debido resguardo de dicha reserva, es necesario que las entidades ecologistas sean responsables a la hora de emitir sus denuncias y que, por su parte, las empresas del rubro salmonero no se aparten de la normativa.

La actividad acuícola y, en particular, la salmonera se ha convertido en un importante componente del Pib regional. En los últimos años, sin embargo, distintas circunstancias -incluidas malas prácticas de algunas empresas- han derivado en una baja ostensible de la producción.

La economía regional tiene que avanzar, manteniendo un justo equilibrio entre producción y resguardo del medioambiente. En ello, todos los actores deben colaborar y la fiscalización es un punto clave en esto.