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Fue premiada por su labor

La historia de Sofía Gálvez Rivera y su lucha por la inclusión escolar

Domingo 19 de Mayo del 2024

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  • Apoderados Cuidadores es una iniciativa que implementó la Escuela Juan Williams, en donde la familia de niños con discapacidad se convierte en un factor de inclusión escolar.

 

 

Sofía Gálvez Rivera se emociona al contar su historia como abuela, y como cuidadora en la Escuela Juan Williams. No ha sido un proceso fácil.

La inclusión escolar es un derecho, aunque para ella y su familia ha sido un largo camino, una batalla que incluso llegó a los tribunales. Hoy ve una esperanza en la Ley Tea, una luz que ilumina a muchas otras familias.

Sofía es la abuela de Agustín Machuca Gálvez, de nueve años y de Emiliano, de cinco años, ambos tienen la condición del espectro autista.  “Estoy muy orgullosa de mis nietos”, dice Sofía Gálvez Rivera, quien destaca la importancia de la familia para los niños que tienen el trastorno del espectro autista. El fantasma de la discriminación aparece de tanto en tanto, pero el amor y la fuerza familiar lo han superado.

“Antes de entrar al colegio, a mi hija le dan el diagnóstico de que el niño tiene un trastorno del aspecto autista y ahí empezó nuestra historia. Comenzamos a averiguar qué era, porque yo soy paramédico y trabajé 38 años en el hospital, y los primeros 15 años fueron en el servicio de Pediatría y nunca había escuchado el diagnóstico de trastorno del espectro autista. Entonces fue algo nuevo, desconocido y preocupante. Me produjo mucho temor pensar en el futuro”, recuerda.

A la familia, se le vino el mundo encima cuando tuvo que entrar al colegio. “Ahí empezó nuestro calvario, en principio fue terrible y no hubo una aceptación de la directora que había en ese entonces.

Debido a la pandemia, Agustín comenzó en clases online y ahí él empezó a querer a su profesora y eso facilitó el ingreso a clase. Para Emiliano fue más simple el proceso porque seguía el ejemplo de su hermano.

“Ahora (con la nueva dirección de Graciela Illanes) ya tenemos las puertas abiertas, y uno puede estar. Yo estoy tranquila porque estoy con mis niñitos. Yo me vengo en la mañana con ellos, estoy toda la mañana hasta la hora en que ellos se van”, comenta de este nuevo proceso.

Apoderados cuidadores

Los tutores sombra o Apoderados cuidadores, es una iniciativa que implementó la actual directora de la Escuela Juan Williams, Graciela Illanes, en que la familia de niños con discapacidad se convierte en un factor de inclusión escolar. Cuando asumió había la inquietud de apoderados que tenían niños aquí en la escuela, matriculado hace varios años, que tenían alguna necesidad educativa de carácter permanente y que se desregulaban con frecuencia.

“Aunque el equipo del Programa de Integración Escolar es óptimo y tiene muchas herramientas, los niños eran un poco agresivos por la desregulación, y golpeaban. Entonces para evitar que los funcionarios sean agredidos, se buscaron otras alternativas, entendiendo que tampoco es un proceso consciente del niño, no es que quiera hacerlo, es parte de la crisis”, dijo la directora, quien agrega que de ahí surge esta figura para que aquellos niños, que tienen alguna necesidad educativa, puedan ser regulados por los padres.

Muchas veces, cuando la crisis superaba los esfuerzos del programa de integración y se solicitaba a las familias que fueran al colegio, quienes lo retiraban y no volvía a clases. “La familia es un vínculo diferente, y permite que una vez que se supere la crisis, se pueda volver a insertar en la jornada escolar”.

La sala multipropósito

Fue en este contexto, que surgió la sala multipropósito, donde los niños se mudan. “Tenemos niños con movilidad reducida que tienen que ser mudados. Y también en esa sala de cuidadores hay padres que se quedan para que los niños puedan ser mudados en la escuela y no tengan que irse porque el niño se tiene que mudar, ya que el funcionario obviamente no lo puede mudar, entonces el papá lo muda y hay una sala especial con camillas, con pañales, con todo y después el niño retoma su clase”, explicó. Todo esto fue posible gracia a la ley Tea, con esta normativa, la comunidad educativa y las familias buscan mejorar los espacios de capacitación, para que los docentes puedan intervenir de mejor manera en caso de ser necesario.

El reconocimiento al cuidado

Esta labor de cuidado fue la que reconoció la agrupación Teabrazo Magallanes, que la premió por esta labor que realiza todos los días, un reconocimiento especial y es que este nace de otras familias de la agrupación que también ejercen labores de cuidado. “Decidimos reconocer a nuestras mamás cuidadoras, a partir de este año y “la tía Sofía”, como le decimos de cariño, sacó el primer lugar. En realidad, fue una votación masiva hacia ella. Entonces lo hicimos dentro de la semana, que también se conmemoraba el Día de la Madre, porque ella es madre, es abuela y es cuidadora”, dice Rosa Miranda la presidenta de la organización.

“Tiene un tremendo valor y la motivación que tiene son sus nietos, como ella dice, sus nietos hacen que ella se levante cada mañana y que tenga la energía y las ganas. Como lo que hacen muchos abuelos”, concluyó la dirigenta.

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