Un año antes de su desvinculación Jasna había recibido un ascenso y reconocimiento en Salfa

A 11 días de su desaparición, el caso sigue siendo un enigma y hay muchas informaciones que no se han podido aclarar ni confirmar. Vagos hallazgos en la zona de búsqueda, no hay claridad ni pronunciamiento sobre la ruta que tomó el automóvil de Jasna Oyarzún, menos aún si acaso en el auto iba ella efectivamente manejando. Tampoco las implicancias que tiene la carta dejada por Jasna sobre amenazas proferidas en su contra. Su
desaparecimiento reviste rarezas y lagunas por múltiples aristas y las diligencias llevadas a cabo por las instituciones no han dado certezas de avance alguno.

Jasna Oyarzún Angulo se tituló de Inacap como constructora civil en 2016 y ya a fines de 2017 se desempeñaba en labores de inspección en Salfa, siendo su último cargo jefa de control de calidad. Una primera extrañeza que identifica la familia tiene que ver con su lugar de trabajo, donde ella dedicaba gran parte de su tiempo y vida, participando de las distintas actividades recreativas y deportivas de la empresa. A fines de 2022 fue ascendida para trabajar en terreno, además de recibir una pulsera de regalo como reconocimiento a mejor trabajadora.

Sin embargo, a pesar de estar bien posicionada en su trabajo, ascendida y reconocida, fue desvinculada el 22 de abril pasado “por necesidad de la empresa”. “Si yo tengo un trabajador destacado, que encima yo mismo le doy un estímulo para ascenderlo, ¿por qué después lo voy a sacar? No tiene sentido”, se pregunta Cristina Mansilla Angulo, hermana de Jasna.

La carta

Luego entra en juego la carta que dejó a su familia, en la que apunta directamente a la empresa, indicando que desde que ingresó estaba siendo observada. La misiva dice textualmente: “Desde que ingresé a Salfa a fines de 2017 he estado siendo vigilada y ya el último año siendo perseguida, quiero dejar una constancia hacia mi persona y familia, no tengo miedo. Si me quieren asesinar, violar o matarme, aparecer un suicidio o una enfermedad, que sea diciendo la verdad y luchando por nuestra patria entrego mi vida a Dios y tengo fe en él”.

A juicio de su hermana, la carta es reveladora. “Ella dejó esa carta donde dice que ella jamás en la vida se suicidaría, tampoco que lo hagan pasar como una enfermedad o desaparición. Ella dice en la carta que jamás se iría. Ella deja esta carta como precaución por si es que algo le pasaba, porque a ella la amenazaron. Incluso ella hablaba en clave. Quizás no todos entiendan su carta, pero ella hablaba en clave. Cuando dice que lo va a hacer por su patria, es una clave, porque ella lo que manejaba eran casos sociales. Ella quiere decir “voy a resguardar esto”, interpreta Cristina.

Para Camila Oyarzún, también hermana de Jasna, quien encontró la carta al revisar su casa y al enfrentarse al desorden del miércoles 22 de mayo, es una más de las “muchas cosas raras en este caso de la desaparición de mi hermana (
) También el miedo que tenía, el hostigamiento”.

Salfa

Hasta la fecha, la única comunicación que ha emitido respecto al caso la empresa Salfa consta de dos escuetos párrafos: “Desde la compañía lamentamos profundamente la situación que afecta a Jasna Oyarzún Angulo y a su familia. Durante los últimos seis años, Jasna trabajó en distintos periodos en la Constructora Salfa y en Inmobiliaria Salfa Austral, trabajando hasta fines del mes de abril en la constructora. La compañía está colaborando con los antecedentes que requiera la autoridad competente en su búsqueda y esperamos que pronto pueda reencontrarse con sus seres queridos”.

Sin embargo, fuera de eso, ningún otro aporte se ha visto. “Nadie se ha contactado con nosotros. Nadie de Salfa”, señala Cristina, añadiendo que su hermana era particularmente reservada con su trabajo.