El Club de los Vándalos: los que nunca se bajan de la moto
Por Guillermo Muñoz Mieres,
periodista
Estados Unidos, 2023
Escrita y dirigida por Jeff Nichols
Protagonistas: Jodie Comer, Austin Butler, Tom Hardy
En Cine Estrella de Punta Arenas y Natales
Las aventuras en motocicletas no son muchas en la historia del cine, pero de las pocas que hay, algunas son inevitables recordarlas porque algo tienen que hacen pensar en dos palabras, “rebeldía” y “libertad”, que casi siempre se juntan y en otras a veces no pegan. La más emblemática debe ser “Busco mi destino” (1969) donde dos motociclistas recorren la carretera de Estados Unidos en unas Harley Davidson para saber que si los odian no es por cómo visten, sino por lo que representan. Y esa idea vuelve en “La ley de la calle” (1983) donde un joven Matt Dillon es Rusty James, líder pandillero que sólo busca imitar a su hermano mayor conocido como “El Motociclista”, un enigmático ex monarca de las pandillas y ex de todo, que observa al mundo en blanco y negro y que ya no cree en las peleas callejeras, sino en algo tan simple como llegar hasta al océano.
Ambas cintas son armatostes en este ámbito, pero sobre ellas hay una piedra angular, “El salvaje” (1953), donde Marlon Brando hace de líder motoquero, viste chaqueta de cuero, boina y sobre su volante un trofeo de segundo lugar, porque aunque no son perdedores, creen no han ganado nada. Esta es la película que observa Jhonny, un cliente más que frecuente del bar donde se reúne con sus amigos, todos motoqueros, ¡y entonces la idea le hace click! los organiza, se autoproclama líder absoluto y les coloca un nombre que, seguro, nadie olvidará “Los Vándalos”.
La película reconstruye esta historia que se tejió entre 1965 y 1973 con grabaciones de entrevistas y fotografías, donde la principal relatora es Kathy, una joven que encuentra su destino cuando conoce a Benny, un motociclista algo raro que posa como James Dean pero quizás es Elvis Presley porque lo interpreta Austin Butler y una teoría posible de su actuación es que aún no logra sacarse al personaje que hizo sobre el rey del rock and roll el 2022.
Y Kathy, una carismática Jodie Comer, cuenta la historia, ya quizás un poco más madura y habla de Benny, de cómo lo conoció, cómo se forma el club, y después aparecen otras voces y entonces ya es inevitable recordar la estructura de la película “Buenos muchachos” (1990) del director norteamericano Martin Scorsese, que ya no sólo es obra maestra, sino también manual de instrucción cuando se quiere contar una historia sobre los ritos y las pandillas, pero también algo tiene de “El club de la pelea” (1999) con un Tyler Durden en versión sesentera con Jhonny, magistralmente interpretado por Tom Hardy, que fuma y casi siempre está ebrio, pero sabe lo que pasa a su alrededor e intuye como termina todo. Y entre medio de los dos está Benny, que parece “posero” pero demuestra que no es de cartón, y ambos se lo pelean, Kathy como esposa, y Jhonny porque necesita pronto un sucesor.
“El Club de los vándalos” va de menos a manos atrapando en su relato porque la fauna de personajes encariña, las actuaciones son sobrias dentro de tanta ebriedad y la fotografía entre rock and roll y rock and roll logra atrapar la textura, energía y decepción de una década.
Pero sobre todo porque es un relato sobre una tribu urbana que mira al mundo a bordo de una motocicleta y sabe que aunque las carreteras sean infinitas, algunas de ellas tarde o temprano se terminan.