En 3 meses proyecta unir Tierra del Fuego y Puerto Montt a caballo
A los pies de la cordillera Darwin, hacia el sur de Tierra del Fuego, partirá este 26 de junio el sueño y la locura de Jürgen Hinke, un ex productor vinícola de la zona central, quien en pleno y profundo invierno austral, enfrentando temperaturas de hasta 20 grados bajo cero, proyecta unir dicho punto y Puerto Montt a caballo.
Entre ambos puntos hay una distancia de 3.500 km, de los cuales 2.000 aspira hacerlo sobre su cabalgadura, durante tres meses.
Jürgen estuvo en abril pasado en la zona planificando su travesía, y desde la semana anterior ha establecido su base de operaciones en la región preparando la logística y todo lo necesario para el éxito de su aventura. A mediados de semana viajó a Ushuaia con un par de amigos para asistir a la a que da la bienvenida al Invierno.
Frío polar
Estima que será una expedición fantástica porque viendo el frente de ola polar que azota a la región, “en invierno me pueden tocar hasta 2 metros de nieve y escarcha muy potente, y temperaturas de menos 20 grados”.
El hecho de enfrentarse a un trayecto escarchado, con mucho hielo, admite que es recomendable que los caballos usen herraduras tipo crampones, con gancho, y en su caso viajará con ropa de alta montaña, que soporta hasta 50 grados bajo cero-
– ¿Y desde cuándo comienza a madurar esta aventura?
– “Tenía dos sueños que cumplir; cuando era montañista quería subir al Everest. Me inscribí dos años antes, pero los exámenes arrojaron la presencia de asma, por tanto no calificaba. Me quedé con todos los equipos para enfrentar las bajas temperaturas. Y el otro desafío, porque soy una persona muy de caballo, era hacer el invierno profundo austral. Ya como el Everest no fue, me resta cumplir el otro sueño. Y ahora que tengo que darle un vuelco a mi vida en términos económicos, pues debo reinvertarme, entonces antes de partir algo nuevo, es ahora o nunca que hago esta travesía a caballo”.
Al explayarse sobre su vuelco económico que pretende dar a su vida, explica que durante los últimos 10 años estuvo dedicado a la agricultura, específicamente al rubro de la producción de uva vinícola, sin embargo al vivir una asfixiante crisis en este rubro -a tal extremo que en el último año las bodegas vitivinícolas se negaron a recibir la uva- llegó un momento en que el negocio no dio para más. Y, no es la primera vez. “Esta crisis me dio la oportunidad y el impulso de hacer esta aventura”.
Confiesa que desde que en febrero pasado puso en marcha los preparativos de su expedición, ha recibido una carga de energía maravillosa.
Ya obtuvo el apoyo de la empresa Tabsa para concretar los cruces marítimos en la Primera Angostura.
Los caballos que lo acompañarán son de Tierra del Fuego, criado allá a la intemperie, bajo menos 20 grados, con lluvia. “Son grandes, rústicos, peludos. Caballos traídos de la zona central son unas señoritas al lado de estos”.
En definitiva no pudo comprar caballos, porque nadie le ha querido vender los suyos, que sean mansos y buenos. “Es una herramienta de trabajo por lo cual nadie me quiso vender sus caballos. Por lo mismo terminé haciendo una especie de arriendo luego de hacerme muy amigo con un personaje que vive en Tierra del Fuego, de nombre Wilkie, quien tiene caballos y trabaja con ellos”.
Jürgen estuvo en abril por acá afinando el trazado de su ruta, al que debió hacer unas pequeñas modificaciones. “No voy a andar por huellas escondidas, porque en invierno no se verán por la nieve. Una vez que cruce la Primera Angostura, me voy a San Gregorio, Paliaike, Gallego Chico para empalmar con el camino a Natales, donde abordaré el ferri hacia Aysén”.
100 días
Proyecta hacer la travesía en 100 días, tiempo en que debe llegar a Puerto Montt. “Para mí en este momento lo interesante es el trayecto, no el punto de llegada. Sólo hará el viaje por suelo chileno”, confiesa.
Estima que tres caballos son suficientes. Recuerda que hace más de 50 años hubo un suizo que salió con dos caballos desde el sur de Buenos Aires a Nueva York. Se demoró tres años.
Entiende que a los caballos hay que darles descanso cada 5 días, de modo que sus cabalgaduras reposen dos días en un lugar protegido, donde tengan pasto y se recuperen. Según su experiencia, un caballo puede andar 40 km al día, pero no pretende que viajen más de 25 km. “Para mí lo más importante es cuidar los caballos. Les tengo mantitas”, subraya.
Sobre la diferencia con la travesía a caballo realizada en 2022 por Andrés Montero, explica que esta cabalgata se hizo en verano y él lo hará en pleno invierno, donde la soledad será su compañía. “Montero tuvo un equipo de apoyo a lo largo de la ruta y yo voy sin ningún tipo de apoyo. Conozco gente en todos lados y hay amigos que me están esperando, gente que me quiere cooperar y también acompañar, otros que me aportarán con algunos fardos de alfalfa y alojamiento”.
Jürgen remarca que viaja sólo acompañado de tres caballos, sin perros tampoco por una cosa de logística. “Me hubiera encantado llevar algunos, pero el principal problema radica en que hay que alimentarlos”.
– ¿Y su familia que le dice respecto de esta aventura?
– “Mi señora es mil veces más jinete que yo. Si ella no tuviera que cuidar a Gerónimo, que es nuestro hijo chico, me acompañaría los tres meses; de hecho, los dos me acompañarán un par de días, al comienzo. Ella ha sido dos veces campeona nacional de rienda. El oficio de ella (Gabriela Balmaceda) es vivir alrededor de los caballos”.
Las personas interesadas en seguir esta travesía lo pueden hacer a través de su Instagram (@jurgenhinke).