Jubilados en Magallanes: un desafío urgente

La situación de los jubilados en Magallanes es alarmante. Un estudio reciente de la Fundación Sol revela que el 44% de los pensionados en nuestra región recibe una pensión que no supera los $206 mil. Estas cifras son profundamente preocupantes, ya que se encuentran muy por debajo del sueldo mínimo y no permiten una vida digna para quienes han trabajado toda su vida.

El promedio regional de las pensiones es de $336 mil, una cifra que, aunque superior a los $206 mil, sigue siendo insuficiente para cubrir los costos básicos de vida en una región como Magallanes, donde los costos son notoriamente más altos que en otras partes del país. Este panorama refleja una realidad de máxima precariedad para nuestros adultos mayores.

El análisis a nivel nacional indica que la primera generación de pensionados bajo el sistema de AFP de capitalización individual está viviendo resultados desastrosos. Este sistema, que fue implementado con la promesa de proporcionar pensiones dignas, ha fallado estrepitosamente. Las expectativas creadas en torno a la capitalización individual y la gestión privada de los fondos de pensiones no se han cumplido, y miles de jubilados están pagando el precio de este fracaso.

Los jubilados en Magallanes enfrentan una serie de desafíos adicionales. Las condiciones climáticas adversas, el aislamiento geográfico y el alto costo de los servicios básicos hacen que vivir con una pensión baja sea aún más difícil. La falta de infraestructura adecuada y el acceso limitado a servicios de salud y recreación agravan aún más su situación.

Es imperativo que las autoridades nacionales y regionales tomen medidas inmediatas y concretas para abordar esta crisis. La reforma del sistema de pensiones no puede esperar más y allí nuestros parlamentarios tienen una tarea pendiente.

Uno de los elementos a considerar es el envejecimiento demográfico de Magallanes, lo cual implica que, en pocos años más, la mitad de la población corresponderá a adultos mayores, gran parte de ellos con ingresos insuficientes y con jubilaciones precarias.

A la espera de la reforma previsional, es urgente que el gobierno de Magallanes y las autoridades locales trabajen en conjunto con las organizaciones de jubilados y la sociedad civil para desarrollar programas y políticas que mejoren la calidad de vida de nuestros adultos mayores. Esto incluye la creación de redes de apoyo comunitario, el acceso a actividades recreativas y culturales, y la mejora de los servicios de salud y transporte.