Necrológicas

Día Internacional del Perro

Por Emilio Boccazzi Campos Lunes 22 de Julio del 2024

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Este domingo 21 de julio, se celebró y/o conmemoró el Día Internacional del Perro. No es la única fecha en el mundo, pues unos pocos países utilizan también el 26 de agosto. Pero pareciera que la fecha más universal de reconocimiento de nuestros animales más arraigados como acompañantes del ser humano (claramente junto a los gatos), es esta, que se habría instituido el año 2004, cuando un Informe de la Organización Mundial de la Salud indicó que el 70% de los perros estaban en una situación de abandono.

Esta fecha (21 de julio) se fijó por una triste y dolorosa realidad, principalmente en el Hemisferio Norte del planeta, ya que es una fecha, cuando se producen las mayores cantidades de abandonos de perros, al iniciar o salir mucha gente de vacaciones de verano (acá probablemente ocurre en enero o febrero o cuando trasladan personal).

En consecuencia la fecha fijada, tiene dos objetivos, como son reconocer a los animales más cercanos en convivencia con el ser humano como son los perros y, efectuar una toma de consciencia, en el no abandonar a dichos animales en condiciones de desprotección ante circunstancias tan previsibles y regulares.

Claramente, la toma de consciencia debiera abarcar muchas otras consideraciones, como son el tenerlos en condiciones dignas, lo mejor alimentados posible, en espacios adecuados para las razas y/o tamaños de que se trate, con los cuidados médicos regulares, con su respectiva esterilización o castración si es que no nos haremos cargo de sus reproducciones.

Se estiman en 300 millones de perros en el mundo, de los cuales ya dijimos, se estima que un 70% circula libre pero abandonadamente a su suerte. Y su suerte no es la mejor en la dura calle. Esto genera problemas, hambre y dolor para el perro y también afectación a la salud e higiene de la ciudad, donde todos circulamos y la requerimos limpia, en especial, los niños que son de seguro junto con los adultos mayores quienes más las recorren y caminan. 

Y surge de inmediato la auto reflexión de ¿cómo andamos por casa? Como nos comportamos como ciudad, región y país. Claramente no de lo mejor. Quizás no tan mal como algunos estados de México o la propia Lima con 4 millones de perros abandonados sólo en dicha capital, pero tan lejos no estamos en Chile, si comparamos nuestra población con menor cantidad de habitantes.

Se estima que en Chile entre estudios efectuados en 2021 por la Universidad Católica y otros trabajos del año 2023, la cantidad de perros abandonados en Chile alcanza a la cifra de 3.461.104. Enorme y desoladora cifra.

El dolor animal, las agresiones entre ellos, las consecuentes agresiones a seres humanos (consecuencia de las condiciones y rabia literal acumulada) por irresponsabilidad humana es una de las cartas a revertir para constituirnos en una ciudad, región y país con mejor calidad de vida. Los perros asilvestrados, que no son otra cosa que perros abandonados por seres humanos, que han retornado a la naturaleza en las más duras condiciones, asolan los campos, a los otros animales y constituyen un peligro a los seres humanos, en una región que intenta hacer uso de su naturaleza para desarrollar la exploración y el trekking.

Pero no nos alejemos de los protagonistas de esta columna, que son los calificados como “el mejor amigo del hombre” que exigen un mayor standard y cuidado de nuestra parte.

En Magallanes en particular, un reconocimiento especial a los “Barbuchos”, que se han denominado a los ovejeros magallánicos o también llamados ovejeros fueguinos y, que son quienes han sido el acompañante del ovejero, trabajando en el transporte del piño y la majada ovina. Desde los inicios de la ganadería hace un poco más de 150 años hasta hoy, han estado presentes y progresivamente, se convierte en una raza única, especial y propia de la Patagonia Chilena.

En lo particular, mi recuerdo para nuestra “Boby” que nos acompañó de niños a mis hermanos y amigos del barrio, y las hoy “Boni” y “Tomi”, quienes llegaron de la calle abandonadas, y que fueron traídas a mi amplio patio, por Ximena y Valentina, mi pareja e hija, con mayor consciencia animal que la mía. De a poco se va aprendiendo.

Cuando decida tener un perrito o perrita no compre. Adopte y dé los cuidados mínimos necesarios, que será recompensado y estará siendo más humano. Y si no tiene las condiciones de espacio o de cuidados piénselo bien. Sino, será el animal el que a la larga sufrirá.

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