Ahora cayeron dos colombianos que traían 17 kilos de marihuana ocultos en una secadora

Otros dos ciudadanos extranjeros, de nacionalidad colombiana, fueron detenidos el lunes por la Brigada Antinarcóticos de la PDI y ayer terminaron formalizados por el delito de tráfico ilícito de drogas.

Los nombres no se pueden dar a conocer por disposición del juez de turno Cristián Armijo. Sólo sus iniciales: K.S.M.P y D.M.G.

Ambos cayeron en el marco de una investigación mayor, que en menos de un mes ha permitido incautar 35 kilos de droga, entre cocaína y marihuana, avaluada en 500 millones de pesos.

Anteriormente, el sábado 6 de julio, a través del mismo “modus operandi” fue el turno del venezolano Jonathan Almarza Reyes y el colombiano Gustavo Narváez Cuéllar. Ambos fueron capturados cuando retiraban desde una empresa de calle Cirujano Videla Nº312 una lavadora enviada por encomienda con 6,5 kilos de clorhidrato de cocaína en su interior. Ambos quedaron en prisión, como lo determinó la jueza Paula Stange, resolución que fue confirmada por la Corte de Apelaciones de Punta Arenas.

Lo expuesto ayer por el fiscal de turno, Cristián Opazo Aguilera, no difiere mucho del procedimiento anterior.

Los traficantes van cambiando los modos de operar. Y ahora último están utilizando los envíos de droga al interior de electrodomésticos o artefactos de línea blanca. Con destinatarios y remitentes falsos.

Lo que se escuchó en el control de detención, en palabras del fiscal, es que el 12 de julio la PDI acudió hasta la empresa de transportes PDQ, en las mismas oficinas de calle Cirujano Videla, a revisar encomiendas, con el apoyo de perros detectores de droga.

Una de las cajas fue marcada por el animal así que consiguieron orden judicial para abrirla. Era una cocina de 4 platos Mademsa que al interior escondía 10 paquetes de clorhidrato de cocaína y dos bolsas con cafeína. El peso fue de poco más de 7 kilos de clorhodrato de cocaína.

De esta incautación anterior la policía busca los nexos con el transporte de droga desbaratado este lunes, procedimiento que surge con otra visita, realizada el viernes 19 de julio, a las bodegas de Cirujano Videla.

Ese día nuevamente otra caja fue blanco de interés de los ejemplares caninos. Al interior venía una secadora Mivea con 16 paquetes de marihuana, con un peso total de 17 kilos de esta droga, con un avalúo de 166 millones de pesos, en caso de ser puesta a la venta en las calles.

El lunes los imputados extranjeros contrataron un flete para retirar la secadora. Un camión Hyundai Porter llegó a cumplir con esta misión a calle Cirujano Videla. Al ser requerido por los policías, el chofer declaró no tener idea de droga, sino que sólo lo habían contratado para hacer el flete.

Entonces se subió al camión un detective, cumpliendo el rol de peoneta. Lo acompañó a entregar la encomienda hasta un domicilio de calle Luis Uribe. Al mediodía llegó un Mazda Demio con los dos extranjeros. El “peoneta” entregó el paquete pero junto con ello vino la detención de ambos sujetos.

Prisión

El juez Cristián Armijo acogió la prisión para uno de los extranjeros. Y dispuso el arresto domiciliario total para el segundo, además del arraigo regional.

El fiscal Cristián Opazo no quedó conforme y apeló verbalmente para que sea la Corte de Apelaciones quien resuelva la prisión que no se otorgó.

Defensora

La abogada defensora penal pública, Karina Ulloa, dijo que sus representados fueron detenidos por un procedimiento de tráfico de drogas. Ella pidió declarar ilegal la detención y no lo consiguió. Luego se opuso a la prisión, “pero como la Fiscalía apeló estamos a lo que resuelva esta semana la Corte de Apelaciones de Punta Arenas, en relación a si concurren o no todos los elementos para entender que había participación de nuestros dos representados”.

A su entender, “no hay claridad en la investigación respecto de quién es la persona a la que había sido enviada esa encomienda. Faltan antecedentes para vincular a las personas detenidas, como los autores de este delito de tráfico”.