Ciudad custodia Antártica

Recién la semana pasada la Coalición de Jóvenes Antárticos de Punta Arenas, convocó a la ciudadanía civil, para participar en el lanzamiento del libro Ciudades Antárticas, que aloja una investigación minuciosa acerca de la importancia de las ciudades puertas de entrada a la Antártica, las que en este momento figuran sólo cinco, entre ellas, Ushuaia de Argentina, Hobart de Australia, Christchurch de Nueva Zelanda, Ciudad el Cabo de Sudáfrica y nuestra querida Punta Arenas de Chile. Digo por este momento cinco, porque fácilmente se podrían integrar Puerto Williams como así también Puerto Stanley de las Falklands/Malvinas. 

El resultado más palpable y objetivo en cuanto a su funcionamiento, los méritos los lleva nuestra ciudad, con la organización y reciente declaración como Fundación de la Coalición de Jóvenes Antárticos y que al mismo tiempo y a pesar de los esfuerzos de mantener un vínculo estrecho con las demás ciudades puerta, estas no han resultado virtuosas en cuanto a conseguir el ritmo organizado y contundente en actividades que generalmente están desarrollando estos jóvenes. Esto último me llama mucho la atención, porque muchas de las ciudades cuentan con potenciales actividades de toda índole, pero que no se refleja aún en la participación de jóvenes, como lo hace nuestra coalición en Punta Arenas. Aunque podemos decir, lo de jóvenes es un apelativo fácil de discutir, porque promueve fundamentalmente entre sus integrantes personas jóvenes, pero también las hay, personas bastante adultas, en las que me incluyo, a pesar de no estar inscrito. 

Pero déjenme contarles que nuestra organización educativa y de vinculación con el medio, en el Centro de Investigación Gaia Antártica de la Universidad de Magallanes, entre el 2013 y 2017 muchos de los actuales profesionales que trabajan colaborativamente y de manera voluntaria para esta fundación y coalición, fueron alumnos nuestros, motivados por hacer de sus especialidades profesionales, un impulsor de materias antárticas con diversos proyectos que fueron realizados durante sus prácticas profesionales. Estas acciones hicieron sinergia con lo que estaba organizando el investigador antropólogo ambiental Dr. Juan Francisco Salazar, en la que estaban justamente el año 2020 creando estas configuraciones ciudadanas con la ejecución de la expedicion de jóvenes de ciudades antárticas, seleccionados de los países mencionados y que se reunieron con el apoyo del Instituto Antártico Chileno, en la isla Rey Jorge, desarrollando diversas reuniones haciendo ver el alcance positivo que podrían tener la organización de entidades de carácter social y cultural, pero siempre con el componente Antártica en sus convocatorias y divulgaciones. 

En materia referida al significado de estas líneas de acción para consolidar las “ciudades puertas”, se plantea tener un eje no solamente de la ciencia dura, sino también dar apertura a intereses, inquietudes y razones propias de la ciudadanía, de aquellas personas que por algún u otro motivo se encantan, en participar como un ciudadano más en crear y desarrollar una identidad antártica para su ciudad, para su entorno inmediato, en el trabajo, en la recreación, en el colegio, etc. como así también en llevar a consolidar el concepto toponímico de nuestra Región de Magallanes y Antártica Chilena. La dinámica de esta convocatoria fue muy clara y precisa en responder a inquietudes de los participantes, que como bien decía anteriormente, habían personas de diferentes actividades humanas y de diferentes edades, de tal manera que el momento era muy enriquecedor. 

Las conclusiones de dichas reflexiones referidas a lo que se requiere o hace falta aún, para consolidar esta esencia identificativa, era reconocer, que si existían y habían muchas actividades que desde diferentes ámbitos de la ciencia, educación, logística y operatividad antártica como así también de la academia, lo que en un formato de búsquedas comunes de las necesidades, estaba claro que faltaba, principalmente, canalizar los acontecimientos de manera general a través de los diversos medios de comunicación. De tal manera de llevar memoria, de todo lo que se está desarrollando y con un solo propósito de transformar esto en un elemento custodio de la naturaleza antártica, con el conocimiento que abunda desde distintos sectores pero fundamentalmente acostumbrarse a tener la señal exacta para alojar este conocimiento como una herramienta para en definitiva la ciudad se convierta en ciudad custodia de todo estos intereses que se puedan cruzar.