Hasta el 19 de agosto oncólogo condenado por abuso se mantendrá en penal de Porvenir
En calidad de “tránsito”, el médico oncólogo Manuel Alvarez Zenteno ingresó el viernes, a las 21 horas, al centro penitenciario de Porvenir.
Dos horas antes se había presentado de forma voluntaria ante personal de la Tercera Comisaría de Carabineros.
El subcomisario de los Servicios de esta unidad, capitán Álvaro Bravo Castillo, dijo que el facultativo llegó a la guardia y le manifestó al personal que estando en su domicilio, revisando las redes sociales, se enteró de que lo daban por prófugo de la justicia.
El personal policial revisó los sistemas y verificó que registraba una orden vigente de detención por abuso sexual del Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago.
Realizadas las gestiones con dicho tribunal, se dispuso que pasara directo a ser custodiado por personal de Gendarmería, lo que sucedió el mismo viernes.
Existe una resolución del Cuarto Juzgado de Santiago, de fecha 6 de agosto, que ordena el ingreso de Alvarez al Centro de Detención Preventiva, en calidad de condenado a cumplir la pena de 7 años que recibió por abuso sexual.
Personal de Gendarmería de Porvenir recibió instrucciones ayer de parte del juez de turno de este tribunal.
Lo que se resolvió fue que se realizará una audiencia el 19 de agosto, a las 12 horas, con el propósito de evaluar la factibilidad de traslado de unidad penal del interno condenado.
En el intertanto Manuel Alvarez se mantendrá en el Centro Penal de la capital de Tierra del Fuego, en calidad de tránsito.
En juicio oral, el 15 de julio pasado el oncólogo magallánico fue encontrado culpable de cometer abusos sexuales reiterados en contra de dos pacientes mujeres, y de forma reiterada, en Santiago.
Lo sentenciaron a 7 años de cárcel efectiva. A lo que se suma la pena que en octubre del año pasado recibió en Punta Arenas, donde el fiscal Fernando Dobson lo llevó a juicio, también por abuso sexual en contra de una paciente enferma de cáncer. La que lo denunció y al tiempo falleció.
En esa ocasión los jueces lo sentenciaron a cumplir una pena de 818 días de presidio, pero con el beneficio de la libertad vigilada.




