Ejecución presupuestaria: entre la transparencia y la ralentización

La ejecución presupuestaria del gobierno regional de Magallanes, que hasta junio alcanzó sólo el 30,4% de un presupuesto total de casi 82 mil millones de pesos, refleja un panorama que merece ser examinado con detenimiento. Aunque Magallanes se posiciona en el sexto lugar entre las regiones con mayor gasto, superando por casi un punto porcentual el promedio nacional, este nivel de ejecución es preocupante y revela una serie de desafíos que enfrentan los gobiernos regionales en el actual contexto de desconfianza y regulación creciente.

El caso Convenios, que sacudió al país y desencadenó una serie de nuevas disposiciones regulatorias, ha tenido un impacto directo en la capacidad de los gobiernos regionales para ejecutar sus presupuestos de manera eficiente. Las restricciones impuestas para evitar el traspaso directo de recursos millonarios a fundaciones que podrían no cumplir con los requisitos necesarios han ralentizado los procesos administrativos y aumentado la cautela en la gestión de los fondos. Este enfoque, si bien necesario para evitar actos de corrupción y garantizar la transparencia, ha generado un ambiente de parálisis en el gasto público, que se refleja en los bajos niveles de ejecución presupuestaria.

Es importante recordar que un presupuesto no ejecutado es un proyecto no realizado, una oportunidad perdida para mejorar la infraestructura, los servicios y la calidad de vida de los ciudadanos de Magallanes. La región, con su geografía extrema y sus necesidades particulares, no puede permitirse el lujo de retrasar inversiones críticas en áreas como la conectividad, la salud, la educación y el desarrollo económico. Cada peso que no se gasta es un peso que no se invierte en el futuro de la región.

El desafío del Estado y para el gobierno regional es encontrar un equilibrio entre la necesaria fiscalización y el dinamismo que requiere la ejecución presupuestaria. Las nuevas regulaciones no deben convertirse en un obstáculo insalvable, sino en una guía para una gestión más transparente y eficiente. 

Es crucial que se fortalezcan los mecanismos de control interno y la capacidad técnica de los gobiernos regionales para cumplir con las exigencias normativas sin sacrificar la agilidad en la implementación de proyectos.

Si bien la baja ejecución presupuestaria de Magallanes hasta la primera mitad del año puede ser vista como un síntoma de las dificultades generadas por el contexto nacional, es fundamental que se tomen medidas para acelerar el gasto sin comprometer la integridad del proceso.